¿Puede la moda superar las dificultades del upcycling?

Un número cada vez mayor de diseñadores está recurriendo al upcycling, pero ¿es sostenible? El reciclaje en la moda conlleva una gran cantidad de desafíos.
modelo Mona Tougaard con conjunto estampado y sandalias rojas
Mona Tougaard.Nadine Ijewere.

La práctica del upcycling o supra-reciclaje es cada vez más popular en la industria de la moda, sobre todo entre los diseñadores más jóvenes que buscan un enfoque más sostenible. De hecho, utilizar materiales preexistentes parece una obviedad, teniendo en cuenta que cada año se crean más de 100.000 millones de prendas y que más del 70% de nuestra ropa acaba en los vertederos.

‘En nuestra primera temporada, creamos 1.500 vestidos camiseros, lo que equivale a más de 3.000 camisetas vintage’, explica el diseñador Conner Ives desde su estudio londinense, para dar una idea del volumen de ropa preexistente que su marca ha rescatado hasta la fecha: ‘A veces me da envidia la gente que puede hacer cosas a partir de rollos de tela, y pienso en lo fácil que sería mi vida si hubiera seguido ese camino. Pero hay que recordar para qué haces lo que haces: intento ser el cambio que quiero ver, por muy cliché que suene’.

Aunque el uso de tejidos preexistentes puede parecer una opción obvia para muchos jóvenes diseñadores, no está exento de dificultades. Conseguir y juntar prendas de segunda mano es un proceso laborioso. Por otra parte, tanto los minoristas como los clientes aún no se han acostumbrado a que los productos reciclados sean a menudo únicos. ‘Es muy difícil mantener conversaciones con clientes que quieren comprar un producto que han visto en una celebridad, y tienes que explicarles: ‘Tendrás una versión de ese vestido, puede que no sea idéntica’, dice Ives, ’Y ellos responden: ‘¿Por qué no va a ser idéntica? Puedo verlo en la página web’.

Conner Ives Otoño-Invierno 2023.

Isidore Montag / Gorunway.com

Las marcas que utilizan materiales de stock muerto –esencialmente, el tejido sobrante al final de la bobina– pueden ofrecer más consistencia. La plataforma Nona Source, respaldada por LVMH, pone a disposición de los diseñadores independientes los tejidos de gama alta de sus marcas. Nensi Dojaka, Cecilie Bahnsen y Karoline Vitto han sido anunciadas recientemente como embajadoras de la empresa. ‘Llevamos un tiempo haciendo colecciones cápsula recicladas en nuestra propia página web llamada Encore’, explica Bahnsen, ‘y trabajar con Nona Source nos ha dado la posibilidad de ampliar Encore y trabajar con tejidos preciosos, dándoles una nueva vida e identidad’.

Aun así, este tipo de colaboraciones siguen siendo bastante limitadas. Tres de los 25 looks de la colección Otoño-Invierno 2023 de Bahnsen se confeccionaron con tejidos de Nona Source, mientras que en otros se utilizaron tejidos reciclados. En cuanto a la producción, los looks reciclados se venderán en tiradas limitadas: ‘Cuando entramos al showroom, sabemos que podemos hacer 50 de esta falda o 40 de este top', prosigue la diseñadora danesa.

Aunque el crecimiento de plataformas como Nona Source contribuirá a acelerar el uso de tejidos reciclados en la moda, sigue siendo necesario un cambio de mentalidad por parte de los grandes minoristas. ‘[El upcycling] se convertirá en una parte más importante de nuestras colecciones y de las de [otros] diseñadores, pero también tiene que haber un cambio en la forma en que compramos los productos’, afirma Bahnsen. ‘Tenemos que adoptar un proceso más lento’.

También está la cuestión de hasta qué punto es más sostenible el uso de materiales de desecho, teniendo en cuenta que, para empezar, es el resultado de producir demasiado; un fallo del sistema. Hasta que se solucione, tiene sentido utilizar lo que ya existe, en lugar de seguir empleando cantidades interminables de materiales vírgenes.

En cuanto al uso de materiales de segunda mano o antiguos, las sustancias químicas no deseadas también pueden ser un problema. Un informe reciente del Centro de Salud Medioambiental descubrió que la línea Renewal de Urban Outfitters contenía niveles ‘asombrosamente altos’ de plomo y cadmio en sus piezas de joyería. (Urban Outfitters no respondió al informe en su momento).

Aunque estos metales pesados no son un problema para la ropa, siguen preocupando las sustancias químicas potencialmente nocivas de las prendas recicladas: ‘Sabemos desde hace mucho tiempo que el sector textil es una industria con una gran carga química’, afirma Theresa Kjell, asesora política de ChemSec, organización sin fines de lucro que promueve la disminución de sustancias tóxicas por alternativas más sanas. Aunque se ha avanzado mucho en la última década, los materiales reciclados más antiguos podrían seguir siendo problemáticos: ‘Depende del tipo de material: de qué color sea, si tiene estampados, si se ha usado, si se ha lavado... básicamente, es muy difícil saberlo’, añade la experta.

Dejando a un lado los problemas, no hay duda de que el upcycling seguirá creciendo en popularidad, con grandes marcas como Gucci, Miu Miu y Coach metiéndose en el juego (Gucci ha puesto sus tejidos en desuso a disposición de jóvenes diseñadores a través de su iniciativa Continuum). A veces nos dejamos llevar un poco por esta utopía de la moda en la que todos compramos cosas recicladas, pero no es la realidad', concluye Ives.

Artículo originalmente publicado en British Vogue, vogue.co.uk