¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con la ropa reciclada? Vogue investiga

Esa prenda que ya no te pones podría convertirse en una verdadera perla vintage, incluso puede ser mejorada por diseñadores expertos en upcycling.
mujer con cors blazer rosa y medias amarillas
Karla Lisker.

La moda busca cada vez más la circularidad como una respuesta a la sobreproducción de ropa y accesorios. A partir del 1 de enero de 2022, Italia estará obligada a recoger los residuos textiles por separado, mientras que a nivel Europa, la recolección selectiva de este tipo de residuos será obligatoria para 2025. Seamos sinceros cuando hablamos de reciclaje: ¿cuántas prendas y accesorios de nuestro armario llevan temporadas sin usarse?

Ahora es el momento de darles una nueva vida a través del llamado decluttering y el upcycling, prácticas que se considera que –de ser gestionadas de forma correcta– pueden hacer que nuestras prendas se conviertan en una poderosa herramienta ecológica, gracias a la labor de iniciativas que ya son una realidad, tales como Humana People to People Italia, que este año celebra sus primeros 25 años de acciones enfocadas a reciclar textiles y ropa usada.

Estas son las cifras de los residuos textiles

Según estimaciones de Ispra, el Instituto Superior para la Protección e Investigación del Medio Ambiente, el 5,7% de los residuos indiferenciados se encuentra formado por residuos textiles: 663,000 toneladas al año de material que podría ser, en gran parte, reutilizado o reciclado. Hoy, según Ispra, la media nacional de recogida per cápita de residuos textiles es de 2,6 kg; en el Norte es de 2,88, en el Centro de 2,95 kg, cantidad que desciende a dos kilogramos en el Sur. Con la nueva ley, las cifras están destinadas a cambiar, en buena medida porque además de la ropa, hay que reciclar otras piezas como toallas, textiles para el hogar y todo lo producido con fibras naturales y de otro tipo. Es un compromiso que vale la pena asumir porque, según el informe de la Agenda Global de la Moda, ‘Scaling circularity’, invertir en tecnologías de reciclaje textil garantizaría que el 80% de los materiales textiles, pre y post consumo estén correctamente gestionados, y que el 75% de lo reciclado permanezca en el sistema textil.

Existe una forma de recuperar correcta y virtuosamente la ropa, y así lo atestiguan las cifras de Humana Italia, líder en el sector de la recolección, clasificación y venta de ropa usada en el país. Con más de 5.000 contenedores en carretera, cinco plantas de almacenamiento, una planta de clasificación semiautomática recientemente inaugurada, 14 tiendas y numerosas colaboraciones con empresas del sector de la confección, recoge alrededor de 21 millones de kilos de ropa al año.

La planta de Humana

El almacén de Humana

De toda esta cantidad, el 65,1% es reutilizado, lo cual ha permitido evitar en 25 años la emisión de más de 1.400 millones de kilos de COշ y ahorrar más de 2.000 millones de litros de agua. Y no sólo eso: con la venta de la ropa en buen estado se apoyan los proyectos de desarrollo de los 29 miembros de la Federación People to People de Humana en todo el mundo. En 2022, la recolección mundial de ropa usada de Humana permitió financiar 1.410 proyectos de desarrollo en todo el mundo, de los que se beneficiaron 16,3 millones de personas, garantizando así intervenciones a largo plazo con gran estabilidad económica.

¿Cómo reciclar mejor la ropa?

Una última cifra, pero muy impresionante: reutilizar una prenda tiene un impacto medioambiental 70 veces menor que producir una nueva, como demuestra un reciente estudio de EuRIC (Federación Europea de Industrias del Reciclaje) sobre el análisis de ciclo de vida de la gestión de la ropa usada en Europa.

Dar una nueva vida a las prendas que ya no usamos también es cada vez más fácil en las tiendas, ya que varias cadenas organizan puntos de recolección de ropa usada. H&M, Zara, OVS (que colabora precisamente con Humana) son algunos de los nombres de realidades que apuestan por la circularidad, mientras que marcas como Calzedonia durante varias temporadas han emprendido recolecciones masivas de trajes desechados. Y a cambio, las grandes cadenas suelen ofrecer un descuento por una nueva compra.

Clasificar las prendas

No obstante, la mayoría de las prendas que reciclamos pasan por los contenedores repartidos por la ciudad. Entonces, ¿cómo podemos enviar las prendas para su reutilización? He aquí tres consejos para facilitar la labor de Humana Italia y las demás asociaciones implicadas en la recuperación y, en segundo lugar, en el reciclaje:

  1. El cambio de armario debe ser escalonado. Dado que las prendas que se dejan en las bolsas ‘se estropean’ porque son perecederas, es importante no atascar los contenedores -y, en consecuencia, todos los pasos posteriores del proceso- en las mismas semanas. El consejo es, por lo tanto, intentar en la medida de lo posible hacer el cambio de armario en varias etapas y tratar de reciclar algunas prendas de forma diferente, quizá consultando entre amigos y familiares si alguien está interesado en un intercambio o un regalo.
  2. Las prendas deben depositarse en los contenedores en bolsas cerradas para protegerlas de la lluvia y cualquier otra posibilidad de ensuciarse.
  3. Los artículos deben enviarse a reciclar en buen estado, limpios y separados: los manchados, con aroma desagradable y estropeados no son piezas reciclables. Por eso, lo correcto es encontrar espacio en la ropa sucia del día para lo que se va a donar, aunque luego se desinfecten las prendas antes de revenderlas.
  4. Un consejo específico para las tenis y todos los zapatos que tengan agujetas o cordones: atarlos bien y juntos porque un zapato solo no puede revenderse ni recuperarse de ninguna manera, debe desecharse, nos sugiere la experta en upcycling de calzado, Helen Kirkum.
Esto pasa con la ropa vieja que depositamos en los bote de reciclaje

En 2022, Humana Italia recolectó 21 millones 529.777 kilos de ropa usada depositada por los ciudadanos en los contenedores de la organización, ubicados en más de 1.200 municipios italianos. Allí es donde el personal de Humana recoge la ropa mediante un sistema de trazabilidad medible, el cual permite la máxima transparencia. Después, la ropa se lleva a los almacenes de la zona o directamente a la sede de Pregnana Milanese, donde tiene lugar la actividad de clasificación.

El centro de Pregnana Milanese de Humana

Cortesía.

La primera etapa de la clasificación ya está automatizada, pero el proceso sigue dependiendo en gran medida del ojo y la experiencia de los trabajadores para clasificar la recolección en 25 macrocategorías de producto hasta llegar a unas 80 subcategorías: el 67,5% se destina a la reutilización como ropa: alrededor del 25,5% se recicla para recuperar fibras y una pequeña parte (7%) se destina a la recuperación de energía. Con el paso del tiempo -como nos contó un clasificador que trabaja para Humana Italia desde hace muchos años- las prendas de los años 50 y 60 han dado paso a las de los 80, reflejando los gustos de la gente, así como el paso del tiempo y la evolución de las tendencias del gusto.

Pregnana Milanese del proyecto Humana

Cortesía.
Descubre cómo se selecciona la ropa para reciclar

El objetivo de los seleccionadores es que no se desperdicie nada y que cada prenda se valore en función de sus características. Un gran número de ropa de verano se envía a las filiales de Humana en África para apoyar proyectos humanitarios activos in situ, donándola a los necesitados o vendiéndola a precios reducidos para apoyar actividades sobre el terreno. La ropa de invierno y parte de la de verano se vende en las tiendas solidarias de Humana en Italia y Europa, mientras que la ropa que se estropea o no puede revenderse tal cual se vende a empresas especializadas en su reciclaje.

El siguiente paso para las prendas en buen estado es... el escaparate. La red de tiendas de Humana en Italia consta de quince tiendas vintage en Milán, Roma, Turín, Verona, Bolonia y Florencia, donde se ofrecen prendas, accesorios y bisutería que van desde los años 60 hasta principios de los 2000, y dos tiendas Humana People en Milán y Turín, que ofrecen prendas de segunda mano, a la moda y a precios razonables, en donde se puede encontrar ropa y accesorios para toda la familia, incluidos los más pequeños. También existe la posibilidad de comprar directamente en la tienda electrónica dedicada.

Humana People

Cortesía.
Las celebridades visten ropa vintage y pre-loved

Hemos visto en varias ocasiones cómo hasta en la alfombra roja de eventos como la Met Gala o los Oscar hay espacio para la ropa pre-loved y vintage. Una buena opción si tienes ropa en buen estado y excelentes condiciones que ya no te te pones o te gusta, es venderla, también a través de las muchas (y cómodas) apps dedicadas a ello. Y luego están proyectos como Gucci Preloved, con el cual la casa de moda es la primera en poner en valor sus accesorios y prendas de segunda mano.

Estos son los materiales más reciclados

El esfuerzo que supone reciclar la ropa usada consiste en separar los materiales en función de su composición textil, lo cual aún debe hacerse a mano en su mayoría, ya que el reciclaje mecánico, que consiste en cortar y triturar las prendas, a menudo conlleva una reducción de la calidad del material. Además, las prendas que se fabrican con fibras mezcladas -por ejemplo algodón y nailon- son difíciles de eliminar y recuperar, aunque existen experimentos innovadores y propuestas interesantes como las de Re:lastane, una de las iniciativas ganadoras del Premio H&M al Cambio Global 2022 que permite reciclar prendas en las que se mezclan materiales como el elastano y el poliéster.

Por lo tanto la palabra clave es la circularidad. Desde el diseño de la prenda, como proponen proyectos como The Jeans Redesign Project, dedicado al mundo de los pantalones de mezclilla, la prenda más popular del mundo y con un alto impacto en la moda. Así lo explica también Paul Dillinger, responsable de innovación y sostenibilidad de Levi's.

Tercer camino, el upcycling

Junto a la venta de prendas vintage y el reciclaje como materiales recuperados (y para combatir la última opción que es tirarla a la basura y que termine en un vertedero, como puede verse en el documental Junk de Matteo Ward y Will Media), existe otra oportunidad para las prendas recicladas y no vendidas, la cual consiste en la reutilización creativa como punto de partida para otras prendas y accesorios.

En espacios como D-house by DYLOAN, por ejemplo, se puede experimentar en primera persona cómo funciona el upcycling y la forma en que la ropa desechada puede convertirse en nuevos y creativos looks. Reparar prendas y renovarlas es una actividad revolucionaria de gran impacto: un estudio de la Fundación Ellen Mac Arthur ha calculado que si cada prenda que poseemos se usara dos veces más del promedio, las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían hasta en un 44%.

Artículo originalmente publicado en Vogue Francia, vogue.it