Del vestido desnudo al vestido de la venganza, Carrie sabe llevar el minimalismo casi tan bien como maximalismo.
Después de ver Sex and the City, nadie podría acusar a nuestra querida Carrie Bradshaw –la de los ramos gigantes, los cinturones a media cintura y los fascinadores de los que Berger se burlaba– de ser minimalista, pero si piensas en algunos de sus looks más icónicos, desde el vestido de la venganza hasta el vestido desnudo, y te darás cuenta de que el minimalismo le salía tan bien como el maximalismo. A continuación, un resumen de sus mejores looks, que demuestran que menos es más, sin dejar de ser la quintaesencia de nuestra protagonista Carrie.