Uno de los clichés más extendidos en el mundo de la belleza es que las mujeres nos preocupamos mucho por la aparición de las canas (por ejemplo, el síndrome de Marie Antionette o los líderes mundiales que lucen nuevos peinados plateados tras años de servir a su pueblo). Aunque es bien sabido que el estrés afecta a nuestra salud física y mental, ¿tiene algo que ver con el encanecimiento prematuro?
Un cambio repentino del color del pelo puede considerarse uno de los efectos menos importantes del estrés en nuestro organismo (las canas en sí no son perjudiciales para la salud). Pero vale la pena investigarlo si tienes mucha curiosidad. Para entender mejor la correlación entre los niveles de estrés y las canas, hemos recurrido a los profesionales.
El cabello natural y con las canas como protagonistas como tendencia. Aquí conversamos con los expertos para lograr un look digno de Sarah Jessica. Parker.
Primero nos dispusimos a comprender por qué salen las canas. Los folículos pilosos contienen melanocitos, que son células que producen pigmento y nos dan el color natural del cabello. El Dr. Hadley King, dermatólogo acreditado de Nueva York, explica que, a medida que envejecemos, el número de melanocitos disminuye y el pelo empieza a volverse gris y, finalmente, blanco. La Dra. Marisa Garshick, dermatóloga titulada de MDCS Dermatology, añade que a medida que envejecemos se acumula peróxido de hidrógeno en la raíz, lo que también puede reducir la pigmentación.
La edad exacta a la que aparecen las canas está predeterminada por la genética. Pero la velocidad a la que el pelo cambia de color puede empeorar por ciertos hábitos, como el tabaquismo o la mala alimentación, o por problemas de salud, como la anemia, la carencia de vitamina B o las enfermedades tiroideas, dice King. Los estudios demuestran que los radicales libres pueden influir en la producción de melanina en nuestro cabello, pero la experta afirma que se necesitan más datos para demostrarlo. Otra cosa que necesita más pruebas: la relación entre el estrés y la aparición de canas.
¿Puede el estrés provocar la aparición de canas?
Independientemente de si se trata de estrés psicológico, estrés agudo o estrés crónico, la respuesta corta a esta pregunta es: Tal vez. “El estrés puede hacer que el pelo se vuelva gris; los estudios de investigación han sugerido que el estrés puede tener un efecto sobre el sistema nervioso simpático y las mitocondrias de las células, causando el encanecimiento por diferentes mecanismos”, dice Victoria Barbosa, MD, MPH, profesora asociada de dermatología y directora del Programa de Pérdida de Cabello en la Universidad de Medicina de Chicago. “[Pero] se necesitan más estudios para comprender mejor estas conexiones mente-cuerpo”.
King está de acuerdo y afirma que las hormonas del estrés pueden influir en la supervivencia de los melanocitos de nuestro cabello, pero no existe una relación clara entre el estrés y las canas. En cambio, sólo hay algunos pequeños estudios que demuestran que puede ser uno de los muchos factores que contribuyen a este cambio de color en el cabello.
“El estrés puede contribuir al encanecimiento del cabello, ya que provoca daños oxidativos que pueden dañar las células productoras de pigmento, lo que lleva a que se produzca menos melanina”, añade Garshick. Señala un estudio reciente que demuestra que la respuesta al estrés en ratones provoca el agotamiento de las células madre de los melanocitos y puede provocar la aparición de canas. Pero en este momento, dice, se necesita más investigación para comprender mejor cómo el estrés afecta a las canas.
¿Cómo afecta el estrés al cabello?
El estrés es más un factor de riesgo en la caída del cabello que en la aparición de canas. Este tipo de caída del cabello, conocida como efluvio telógeno, se produce cuando alguien sufre estrés en el cuerpo o en la mente. King explica que el estrés puede hacer que un gran número de cabellos se sincronicen y caigan más de lo normal. La buena noticia es que este tipo de caída del cabello es reversible y, con el tiempo, vuelve a crecer.
No existe un tratamiento específico para las canas causadas por el estrés. En su lugar, los expertos dicen que hay que intentar controlar esos factores estresantes lo mejor que se pueda. No es una solución infalible, pero puede ayudar. “Algunas investigaciones científicas básicas sugieren que abordar el estrés también puede ayudar a revertir las canas”, dice Barbosa, “pero se necesitan más estudios en el área de la reversión de las canas”. Por supuesto, encontrar formas saludables de controlar el estrés es bueno para nuestra salud y bienestar general.
Modificar los hábitos de vida y atender a los problemas de salud también puede ayudar a ralentizar el ritmo de cambio del color del pelo. “No fumes, trata cualquier problema de tiroides y asegúrate de llevar una buena alimentación”, dice King. “[Y] en general, yo recomendaría una dieta predominantemente vegetal y rica en antioxidantes”.
En cuanto a las vitaminas y minerales que puedes tomar, Garshick dice que los estudios muestran que la biotina, el pantotenato de calcio, el zinc, el cobre y el selenio pueden ayudar con las canas prematuras. King señala productos como Arey, que contienen palmitoil tetrapéptido 20, y que, según pequeños estudios, favorecen la pigmentación del cabello. Pero se necesitan más datos para respaldar estas afirmaciones.
Si decides abrazar tus nuevas hebras plateadas, una de las mejores formas de cuidarlas es con productos hidratantes: “Muchas personas notan que la textura del cabello cambia a medida que se encanecen, volviéndose más áspero y seco”, dice Barbosa. “Por eso, es importante usar shampoos hidratantes y buenos acondicionadores para restaurar la hidratación del tallo capilar”, y añade que se puede recurrir a productos con pigmentos azules para atenuar el tono amarillento. Productos como el shampoo y acondicionador Dove Love Your Silver Purple contienen biotina y pigmento púrpura para mantener el cabello blanco brillante e hidratado. O el champú y acondicionador Silverati de Oribe, ambos con extracto de abeto para potenciar la hidratación y una mezcla de pigmentos azules y plateados para evitar la decoloración.
A todos nos van a salir canas, y eso no es malo. Si notas que un mechón de pelo cambia de color cuando menos te lo esperas, no te preocupes. Hay cosas mucho más importantes de las que preocuparse: “Es una parte normal del proceso de envejecimiento y no hay que corregirlo”, dice. “Estoy muy contenta de ver que la gente ha aceptado las canas últimamente. Creo que no se trata sólo de una tendencia, sino de un cambio de paradigma que realmente habla de nuestra aceptación de la belleza en todas sus formas, incluso a medida que envejecemos.”
Artículo publicado originalmente en Vogue US, vogue.com.
