Todo sobre el pan de masa madre, el ingrediente que hará tu desayuno más rico y saludable

Cambia el pan tradicional por el pan de masa madre y descubre todas sus bondades para mejorar la salud intestinal.
Mujer con una taza de caf.
Santiago Sierra Soler.

Sí, existe un pan con probióticos que beneficia la flora intestinal y, por tanto, ayuda a reducir la inflamación abdominal que se deriva de una microbiota alterada. Hablamos del pan de masa madre, un alimento que los nutricionistas aconsejan introducir en la dieta, preferentemente en el desayuno, por sus bondades digestivas.

La nutricionista Cristina Barrous insiste en que cuando se consiguen cuidar la digestión –algo que no siempre es fácil porque intervienen muchos factores y no es solo cuestión de lo que se come o de lo hábitos que se siguen– nos sentimos menos inflamadas. ‘Y eso es algo importante porque cuando nos inflamamos a nivel digestivo se produce una inflamación fisiológica en todo el cuerpo que afecta a muchos niveles, incluida también la sensación de cansancio’, nos explica la coach nutricional experta en psiconeuroinmunología clínica.

Sabemos que los alimentos con probióticos ayudan a recuperar el equilibrio de la flora intestinal y mejoran los síntomas derivados de las digestiones alteradas. Y precisamente el pan de masa madre es uno de esos alimentos.

¿Por qué el pan de masa madre es bueno para la salud intestinal?

‘El pan de masa madre tiene lactobacilos, que es un tipo de microorganismo que beneficia a la microbiota intestinal. Estos panes fermentados de forma natural son ricos en probióticos precisamente por eso y esos microorganismos ayudan a repoblar la microbiota, lo que favorece una mejor digestión’, señala Barrous. Eso sí, como nos ha dicho en otras ocasiones, un vientre sano no tiene por qué estar plano porque la forma de nuestro abdomen no siempre es plana (incluso aunque tenga una buena salud digestiva).

Volviendo a las bondades digestivas del pan de masa madre, recordamos también las palabras de la nutricionista Leticia Carrera que ya nos confirmó hace tiempo que si bien la levadura no es un probiótico, la masa madre sí lo es. ‘El pan industrial se hace demasiado rápido. De ahí vienen todos los problemas que derivan de su consumo: intolerancias, problemas digestivos... Y se olvida por completo del papel de los lactobacilos, presentes en la masa madre durante el proceso de panificación. Los lactobacilos transforman la masa haciendo el pan más saludable por varios motivos: mejoran las propiedades nutricionales del pan, hacen que los nutrientes sean más biodisponibles, contrarrestan algunos antinutrientes que hay en la harina y reducen su índice glucémico. El pan de calidad, elaborado con harinas sin refinar, usando masa madre, es una fuente básica de carbohidratos, energía para el organismo y alimento para el cerebro’, explicaba.

De hecho, hay estudios al respecto como los llevados a cabo por el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Josep Trueta que indica que este tipo de pan puede ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal.

¿Cuándo es la mejor hora del día para comer pan de masa madre?

Que el pan de masa madre tenga bondades a nivel digestivo por su proceso de fermentación natural en el que no hay levaduras no implica que haya que incrementar la cantidad de pan que se toma a diario. Hablamos de sustituir el que se consume de forma habitual por uno de buena calidad de masa madre. ‘Se trata de obtener ese beneficio probiótico sin que haya repercusión en el peso, por eso aconsejo que si ya comes pan por la mañana, lo cambies por uno de masa madre. Y en las comidas y en las cenas siempre es recomendable que la presencia de hidratos de carbono sea más reducida’, señala Barrous.

¿Es mejor el pan de masa madre integral?

Para beneficiarse de ese efecto a nivel intestinal no será necesario que el pan sea elaborado con harina integral, pero sí que no se usen harinas refinadas en su elaboración. No obstante, Irene Domínguez, técnica de alimentos y responsable del departamento de nutrición de Clínica Palasiet, se decanta siempre por las versiones integrales y ecológicas.

‘La fibra es ‘la comida’ de las bacterias de nuestro intestino, por ello al consumir los alimentos con su fibra natural, favorecemos el crecimiento de nuestro bioma, mejorando el tránsito intestinal, la absorción de minerales y vitaminas, reduciendo la inflamación y mejorando nuestro sistema inmune. Por ello recomendamos consumir los cereales completos, integrales y ecológicos para asegurarse que no se han usado químicos en su producción. Hablando de pan, por ejemplo, la mejor opción sería escoger un pan de harina integral ecológica, de masa madre, para que tenga las bacterias propias del pan, los probióticos, y el gluten se digiera mejor’, explica la experta.

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Mujer con vestido negro y sonrisa

¿Por qué es importante cuidar la microbiota intestinal?

El pan de masa madre se une a la lista de alimentos probióticos que podemos consumir de forma habitual como yogures naturales, kéfir o encurtidos caseros. Recordemos que todo ello favorece el equilibrio de la microbiota, lo que afecta a muchos niveles. ‘La microbiota, es decir, la población bacteriana que se aloja en el intestino, tiene múltiples funciones e influencia a nivel cerebral. También modula la permeabilidad intestinal, la función inmune del intestino, la motilidad intestinal y la actividad del sistema nervioso entérico. Puede actuar a nivel cerebral alterando el comportamiento emocional, la modulación del dolor y la conducta alimentaria, siendo en parte responsable de algunos trastornos psiquiátricos, enfermedades neurológicas y obesidad. Por eso la microbiota intestinal debe estar equilibrada en su composición, diversidad y distribución para que todo funcione bien. Cuando no lo está hablamos de disbiosis intestinal y en ese caso estaremos ante una situación de vulnerabilidad intestinal que se reflejará en nuestro organismo con distintas patologías (afectación del sistema inmune, molestias intestinales con inflamación, hinchazón o distensión abdominal, digestiones pesadas y gases, e incluso problemas cutáneos). En la composición de nuestra flora intestinal o microbiota interviene lo que comemos, nuestro estilo de vida, el ejercicio y la toma de medicación’, concluye la doctora Mar Mira, de Clínica Mira + Cueto. Por tanto, invertir en un buen pan de masa madre puede ser el granito de arena que ayude en esta gran montaña que es la microbiota.

Artículo publicado originalmente en Vogue España, vogue.es.