“Somos una familia”: En exclusiva, ITZY revela lo que hay detrás de su hermandad

El grupo de K-pop se revela en exclusiva para Vogue acerca de su último álbum, su gira mundial (que llega a México) y su relación como “familia”.
itzy grupo de k pop
Cortesía de JYP Entertainment.

Para ITZY, la palabra dalla (달라), que traducida del hangul al español significa “diferente”, representa la llave que abrió las puertas de su mundo, y la filosofía que ha regido el carácter de su música. “No me midas por tus estándares”, el grupo de K-pop dictaminó con firmeza en la letra de DALLA DALLA, su enérgico sencillo debut. “Me encanta ser yo misma, no soy nadie más”. Es una convicción que nos mueve a estar orgullosos de nuestra individualidad, y es gasolina emocional para no detenernos ante nada ni nadie.

El punto de arranque fue febrero de 2019, cuando la cuarta generación de K-pop –esa que se distingue por su presencia digital y osadía artística– comenzaba a sobresalir. Sin embargo, una vez que ITZY estrenó DALLA DALLA junto con su primer single album, titulado It’z Different, los aires de cambio soplaron con más vigor en la industria, y la transición hacia un nuevo periodo se terminó por enraizar. El quinteto causó furor por su alegre versatilidad sónica a la par de complicadas coreografías, pero, por encima de todo, un mensaje de amor propio que aún se destila en cada movimiento de su órbita.

Al establecer su credo, los siguientes proyectos funcionaron como amplificadores para que no quedara duda de que es una misión de largo alcance. Tras el éxito de DALLA DALLA, ITZY publicó el extended play It’z Icy, liderado por la canción principal Icy, que fue la antesala de sus primeras aventuras internacionales con el showcase Itzy? Itzy! Más aún, ese año triunfal se encumbró cuando el grupo se hizo acreedor de todos los galardones a Mejor Artista Nuevo en las ceremonias de premiación que se realizan durante los meses invernales, siendo el primer conjunto femenino en conseguir tal hazaña.

Cortesía de JYP Entertainment.

Pero Yeji, Ryujin, Lia, Chaeryeong y Yuna saben que profesar empoderamiento no es cuestión de no tener fisuras, sino que conlleva aceptar las caídas para adquirir fortaleza. “Creemos que todavía somos imperfectas y siempre nos encontramos con nuevos retos, pero también estas experiencias alimentan nuestro profesionalismo”, dice Yeji en diálogo con Vogue México y Latinoamérica. “Es un aprendizaje continuo y esto es muy importante para nosotras. Seguiremos intentando atesorar esos momentos tan valiosos”.

Este entendimiento nace desde esos días en los que el quinteto se preparaba para irrumpir en la esfera del K-pop y el futuro se escondía más allá del alcance de los dedos. Al debutar, nuevas vivencias cristalizaron su enfoque a la vez que su red de apoyo se acrecentó de gran manera. “He podido sentir que tengo mucha gente a mi alrededor, ya sean nuestros seguidores, mis compañeras de grupo o el staff que trabaja con nosotras como si fuéramos una familia”, comparte Yuna, y reafirma que es en el escenario donde su visión es más potente. “Cuando me agoto, a veces siento que mi autoestima baja, pero es por medio de nuestras actuaciones que esta vuelve a levantarse”.

El crecimiento de ITZY se registra a profundidad en su discografía –que ya suma ocho extended plays y dos discos de larga duración–, ilustrando como su juventud ha florecido entre valentía y libertad. “Hay varias cosas que contribuyen a lo que es la esencia de nuestro grupo, pero creo que el [componente principal] es MIDZY [como le llaman a su fandom]”, señala Yeji. “Nuestros fans nos otorgan su apoyo en cada paso que damos, y eso nos proporciona más confianza para transmitir nuestro mensaje. También vamos construyendo la identidad de ITZY a través de los diferentes conceptos que intentamos en [cada era].”

Es por eso que Born To Be, su octavo mini álbum que se editó a principios de enero, es una actualización que enfatiza su voluntad incansable, concentrada especialmente en las líneas de Untouchable, el tema insignia del proyecto. “Confío en que puedo hacerlo todo, entonces, ¿Por qué no intentarlo?”, aseguran con arrojo. “Voy a demostrar lo que tengo, incluso yo misma me sorprendo”.

También es la primera vez que cada una de las integrantes grabó una canción en solitario, celebrando así esas diversidades personales que se armonizan para establecer la idiosincrasia de la agrupación. La magia interpretativa de Chaeryeong se extiende sobre cada nota de Mine, la tesitura vocal de Ryujin se endurece al despedirse de un amor menguante en Run Away, y Yeji exhibe una elegante fiereza en Crown On My Head, un corte explosivo que alude a la pose distintiva de ITZY. “Es mi canción pero quiero que la gente también piense en nuestro grupo cada vez que la escuchen”, comparte la líder. “El mensaje en sí mismo dice que ‘soy realmente suficiente y merezco tener esta corona en mi cabeza’”

Por otro lado, Yuna, la encantadora maknae, te invita a desencadenar tu potencial en Yet, But, mientras que Lia –quien se encuentra en una pausa temporal por motivos de salud– ofrece esperanza y desnuda su corazón en Blossom, una composición de su propia autoría. “Es el primer álbum en el que trabajamos con cuatro integrantes, así que hubo mucha presión”, admite Ryujin. “Pero queríamos demostrar que estamos bien y también queríamos recordar a Lia, así que hicimos lo mejor que pudimos. Este disco es realmente significativo para todas nosotras”.

Para acompañar el lanzamiento de Born To Be, ITZY se embarcó en su segunda gira mundial (que lleva el mismo nombre del álbum) y que inició en febrero con una doble fecha en el Jamsil Indoor Stadium de Seúl, Corea del Sur. Lia pudo asistir a uno de los conciertos, en lo que fue un momento especialmente conmovedor en el cual el grupo selló una promesa de tranquilidad gracias al vínculo tan profundo que las une. “Creo que a medida que pasa el tiempo, nos vamos conociendo mejor, y el que hablemos nos ayuda mucho cuando surge alguna preocupación”, me asegura Chaeryeong. “Somos una familia”.

Esta hermandad es la espina dorsal de ITZY, y el saber que se tienen la una a la otra disipa cualquier duda en su proceder. A veces pueden existir los arrepentimientos, pero al final de cuentas, se transforman en lecciones. “Durante nuestra primera gira, solía estar muy nerviosa, pero ahora me siento un poco más segura,” dice Yuna. “Tengo más conocimiento de lo que pasa a mi alrededor y de la atmósfera de los conciertos en general”.

En el escenario, el poder de ITZY es fascinante de contemplar, pero cuando las luces se apagan y el telón baja, las chicas irradian dulzura y genuinidad. La reacción a la pregunta de qué es algo nuevo que han aprendido (últimamente) de la persona que está sentada a su lado, es una cascada de sonrisas. “Yuna ha sido nuestra vitamina”, dice Yeji acerca de la integrante más jóven. “Su energía crea una atmósfera muy alegre y me hace sonreír mucho”.

Cortesía de JYP Entertainment.

A su lado, Yuna se ríe por lo bajo para después exclamar: “¡Ryujin hace su propio pedicure!” Lo que provoca que la ya mencionada se tape la cara tímidamente en medio de más risas . Después de un par de minutos, llega su turno de hablar. “Chaeryeong es muy tranquila y divertida”, dice Ryujin al mismo tiempo que intercambia una mirada con su compañera. “Pero también es una persona a la cual le puedo contar mis problemas y es muy buena consejera. Creo que los fans tal vez no saben eso de ella”.

Finalmente, Chaeryeong explica que a Yeji “le encantan los dulces” y que siempre procura compartirlos.

¿Y cuáles son esos instantes en los que se han percatado que están en el lugar y tiempo correctos? “Son las ocasiones en las que puedo ver a través de la alegría que se refleja en los ojos de MIDZY”, continúa Chaeryeong. “Me hace sentir que los hice muy felices, y eso es muy valioso para mi”.

El 22 de octubre de 2023, ITZY visitó México por primera vez como parte del Music Bank, un concierto de K-pop organizado por la cadena de televisión surcoreana KBS, que se llevó a cabo en el Palacio de los Deportes. Ese día, el quinteto pudo absorber la euforia del público mexicano, por lo que las expectativas son altas ahora que vuelven al país azteca para vivir propio concierto en el Pepsi Center de la Ciudad de México. “Ya habíamos escuchado que la audiencia mexicana era muy entusiasta y llena de energía”, dice Ryujin animada. “Pero fue increíble verlo y sentirlo en carne propia, y estuvimos muy contentas de poder presentarnos en México”.

“Los fans mexicanos nos recibieron con mucho amor y pudimos escuchar sus gritos”, recuerda Yeji. “De verdad estamos muy, muy emocionadas por escuchar que tan fuerte se escucharán los gritos esta vez”.

La espera ya se convirtió en el presente que, a su vez, ya se comienza a inclinar hacia un mañana en donde ITZY pronto estará en camino hacia su próximo destino. Pero lo que siempre queda en la memoria es la felicidad. “La emoción del amor en sí [es lo que me ayuda] porque me gusta mucho este trabajo”, cierra Yeji. “Cuando actúo frente a la gente, me siento motivada para seguir adelante y sé que puedo hacerlo una y otra vez”.