Aunque la explosión del movimiento de la salud y el bienestar ha dado lugar a una gran variedad de ofertas para reducir el cortisol, cualquier experto lo subrayará: Nada aleja el estrés con tanta eficacia como la meditación. Y, sin embargo, ¿quién tiene tiempo? Sigue siendo una excusa aceptable para muchas personas con un sinfín de tareas pendientes y una agenda ajetreada.
Pero un ligero cambio de perspectiva sobre lo que significa meditar, así como cuándo, dónde y cómo hacerlo, puede cambiar las reglas del juego. Y el atajo puede estar en el camino. ‘Si puedes encontrar un sitio para sentarte en un tren de cercanías, en un Uber o en un avión, puedes meditar con la misma eficacia que si lo hicieras en casa delante de un altar’, dice Light Watkins, entrenadora de meditación en Los Ángeles y autora de Bliss More: Cómo tener éxito en la meditación sin realmente intentarlo. Y es que incluso puedes meditar caminando.
Desde los desplazamientos matutinos hasta los vuelos de larga distancia, Watkins ofrece una guía rápida para meditar durante el trayecto. Porque, realmente, ¿qué hay más tentador que un 2020 menos tenso?
¿Cómo meditar durante el trayecto en tren, camión o auto?
La ironía de utilizar el transporte público como vehículo para relajarse es que está intrínsecamente repleto de factores estresantes, sobre todo durante las horas de trayecto. Según Watkins, un truco fructífero con resultados instantáneos es sentarse siempre que sea posible y respirar profundamente 10 veces durante un periodo de dos a tres minutos; creará un cambio notable en su estado de conciencia. ‘Si te sientes ansioso o abrumado durante el trayecto al trabajo, algo especialmente habitual si vives en una ciudad con mucho tráfico o en sus alrededores, controlar y regular la respiración puede inducirte a un estado meditativo, incluso en ese entorno’, afirma.
No hay peor furia que la de una multitud de viajeros inquietos. Y ante tal agitación, la defensa es el mejor ataque, dice Watkins. ‘Llega pronto al aeropuerto o a la estación de tren y dedica 10 ó 15 minutos a sentarte en silencio y respirar hondo’, aconseja. ‘Es una forma de reajustarse y prepararse mental y físicamente para el viaje’. Y no sólo hará que el viaje sea mejor, sino que te hará estar menos tenso y más adaptable si los planes se desvían del rumbo, como ocurre a menudo. ‘Meditar le permitirá estar más tranquilo y menos frenético en caso de retrasos o cancelaciones de vuelos’, afirma.
‘Cuando estamos sometidos a mucho estrés, tendemos a tener visión de túnel, lo que hace que nos centremos en el suelo, en el frente o en nuestros smartphones’, explica Watkins, subrayando la importancia de permanecer atento a tu entorno, desde las personas y los lugares que te rodean hasta los pequeños detalles, como la temperatura o las sensaciones de tu cuerpo. ‘Sobre todo si no puedes permitirte el lujo de sentarte mientras viajas, intenta empezar a fijarte en las cosas que tienes cerca. Te llevará a una conciencia del momento más presente, incluso si estás [técnicamente] en acción’. Si estás en contacto con lo bueno, lo malo y lo feo de lo que ocurre a tu alrededor en un abarrotado tren de metro, desde una acalorada discusión hasta la falta total de espacio personal, y aún así eres capaz de ser contemplativo y aportarte tranquilidad, meditar en una habitación tranquila e iluminada por el sol sobre un cojín te parecerá pan comido en un santiamén. De hecho, es probable que muchas cosas difíciles se vuelvan más fáciles. ‘Cuanto antes empieces a practicar el asentamiento de la mente y el cuerpo en entornos caóticos, más resistente serás en situaciones futuras’, afirma.
La aromaterapia es un complemento de eficacia probada para relajar la mente y el cuerpo, y los últimos aceites esenciales calmantes ofrecen más movilidad que nunca. Y también están las ofertas tecnológicas de vanguardia, como los relojes inteligentes o los auriculares con cancelación de ruido utilizados junto con aplicaciones de meditación para smartphones, que no solo introducen a las personas en la meditación, sino que también las inspiran a seguirla con recordatorios diarios, avisos y funciones innovadoras. Y aunque Watkins reconoce lo útiles que pueden ser, sobre todo al principio, el objetivo final es no tener que depender de nada para entrar en un espacio meditativo. ‘Todas estas herramientas pueden ser útiles, pero si dependes de ellas y no están a tu disposición en determinadas situaciones, puede que no medites tanto’, afirma.
El mindfulness es un reto, pero puede ofrecer grandes recompensas. Lee los consejos para vivir tranquila aquí.
En lo que respecta a Watkins, Gandhi resumió mejor la importancia de la meditación cuando dijo: ‘Tengo tanto que hacer hoy que debo meditar durante dos horas en lugar de una’. Aunque es esencial tener en cuenta que minutos, en lugar de horas, es un objetivo mucho más realista en la sociedad moderna, la dedicación y la constancia son fundamentales para cosechar los beneficios de la meditación a largo plazo. ‘Siempre les digo a mis clientes que su versión meditadora siempre superará a su versión no meditadora’, explica Watkins. ‘Si adaptas la meditación a tu ajetreado día a día, verás que eres capaz de hacer las cosas más rápido, a la vez que estás más tranquilo y eres más preciso’. Y en lugar de esperar a leer un determinado libro o a estudiar con un profesor o al nuevo año, es crucial dejar de posponerlo y hacerlo. Ahora mismo.
Artículo publicado originalmente en Vogue US, vogue.com
