Para muchos puede ser una simple prenda, para nosotros es un símbolo de poder, un hito en la historia estilística y sinónimo de la independencia de la mujer. Eso es el wrap dress que ha estado acompañándonos por 50 años. Su nombre es completamente familiar, un diseño que logró convertirse en un icono y referente de la moda. Su horma y tejido se tomó la estética de los 70, convirtiéndose en todo un fenómeno cultural que por décadas ha permanecido invicto, por algo expertas continúan luciéndolo.
La moda de Primavera-Verano 2024, nos permite seguir soñando con el querido wrap dress, tan sofisticado y atemporal, que se ha posicionado como la clave de las mujeres de 40+. Combinarlo es sencillo, bastarán solo unas sandalias o zapatos elegantes para resolver cualquier look. Pero este mítico vestido tiene un trasfondo interesante que vale la pena explorar, pues las tendencias de hoy no son nada nuevo, simplemente se han renovado.
Este diseño nació del ingenio de Diane von Fürstenberg, originaria de Bélgica, quien inició su carrera como modelo. Contrajo matrimonio con el príncipe Egon von Fürstenberg en 1969; al poco tiempo se mudaron a Nueva York, donde comenzó el legado estilístico de la diseñadora, además conectó con los grupos más selectos de la Gran Manzana, alcanzando mayor reconocimiento. Inició su marca homónima en 1972, pero no fue hasta 1973 cuando creó el wrap dress (icono de la historia) que su popularidad se hizo tangible.
Diane tuvo la idea de unir las blusas de escote cruzado que las mujeres fusionaban con faldas en el mismo color, originando el vestido de corte cruzado que hasta hoy sigue eclipsando los armarios más estelares. Se caracteriza por sus líneas simples y tejido ligero; diversos estampados lo han acompañado, desde los sutiles puntos hasta el animal print. Su victoria fue tal que en los 70 se obtuvo una cifra de cinco millones de vestidos vendidos. “Su éxito me ayudó a pagar las facturas y la educación de mis hijos, y permitió que me hiciera un nombre en el mundo de la moda; no lo digo en sentido figurado, es que literalmente me dio poder e independencia”, comentó la diseñadora.
Esta prenda se ha caracterizado por ser sexy, versátil y cómoda, además fue otra las piezas que ha contribuido a la liberación femenina. De allí que se considere inspiración para todos los vestidos en tendencia. Conocimos el diseño que catapultó a Diane von Fürstenberg, ahora es tiempo de conocer cómo adaptarlo al armario de las mujeres de 40+.
¿Cómo llevar un wrap dress con sandalias y zapatos elegantes a los 40+?
Si hay alguien que domina el universo de los vestidos es Victoria Beckham. Como gran prescriptora sabe que cómo cuidar y maximizar su imagen, por lo que acude a esta prenda eterna para crear auténticos estilismos. Dentro de sus opciones, nos hemos topado con un diseño en marfil de corte cruzado, que le ha dado un poco de actualidad (sin dejar de ser sexy y sofisticado) a la creación de Diane. Por supuesto, Beckham le dio su toque personal como diseñadora.
La definición de von Fürstenberg del vestido cruzado no pude sentirse más real: “una amiga, una prenda cómplice que lo mismo te sirve para ir a trabajar que para salir a ligar y acabar con un hombre en la cama”. Dadas dichas declaraciones, decidimos buscar en el street style un diseño que se sintiera seductor, sin dejar de ser versátil, para impactar del día la noche a los 40+. La respuesta fue interesante, una propuesta en satín adornada con un collar de perlas y medias de malla, en definitiva los accesorios y complementos lo son todo.
Angelina Jolie trajo de vuelta el estilo minimalista y glamuroso de los 70, con un wrap dress en color negro que luego estilizó con un cinturón para destacar su silueta. Completó con unos stilettos en charol y cartera simple, recreando el perfecto look de oficina. Para sentirse actual, se podrá elegir el vestido en un tejido de punto o en lino.
El diseño y los acabados determinarán la ocasión de uso. A esto debemos que expertas decidan crear atuendos de invitada con vestidos cruzados y en tejidos suaves como la seda. Los volantes son un detalle chic a tener en consideración, pues no solo evocan una tendencia, también ese resultado visual favorecedor. En cuanto a los colores, el negro, el blanco y el baby blue serán excelentes para un evento formal.
Finalizamos con este atuendo más casual (pero no menos interesante) para resolver los códigos de vestuario del intenso verano. El vestido con sus rayas verticales favorece ópticamente la silueta, además la fusión de dos tonos neutros da un efecto sofisticado y sin esfuerzo. Expertas prefirieron sandalias planas para ese look and feel cómodo y ligero, pero puedes probar también con mocasines o alpargatas.