Hubo un momento a mediados de los años noventa —en algún punto entre la génesis de la sordidez indie y la mudanza de Victoria Beckham a Los Ángeles en 2007— en el que las jóvenes tomaron la decisión colectiva de lucir tirantes de sujetador de color bloque bajo delicados chalecos.
Esto no es lo que Katie Holmes está haciendo en esta fotografía —captada, como tantas veces, “haciendo recados” en bailarinas estilo mary-jane—, pero hay un diagrama de Venn: ese top fucsia apagado crea una capa de intriga bajo un slip dress que se pone y se quita.
Utilizo las palabras “meter y sacar” porque el slip dress siempre ha funcionado como una especie de atajo de bajo esfuerzo hacia lo cool: en parte porque el diseño se concibió originalmente para ser llevado como una prenda interior de tocador.
Por supuesto, en los siglos transcurridos desde entonces no ha ocurrido gran cosa —quizá con la excepción del movimiento de la ropa interior como prenda exterior— y el slip dress quizá siga telegrafiando las mismas cosas: decadencia, libertad y un toque sutil de elegancia. Y más aún cuando las llevas con un calzado en tendencia, como es el caso de la actriz.
A diferencia del corsé, por ejemplo, el slip dress no impone una forma a la persona. Es una prenda desenfadada, que revela pero no deja ver, que dice: “Sí, puede que esté haciendo recados por Manhattan, pero lo hago con una sensación de desenfado, como si recién hubiera salido de la regadera”. Es Rihanna descansando junto a la piscina en un slip de Hot Wok en 2019; es Naomi Campbell acechando la pasarela Primavera-Verano 1996 de John Galliano en un chemise cortado al bies; y es Kate Moss en esa creación casi desnuda de Liza Bruce en 1993 que acaba de venderse por 3,000 dólares.
Cómo llevar bailarinas azules como Katie Holmes en verano 2024
Este look es propio de la actriz, y no es la primera vez que la vemos con un look fresco y cotidiano. Hace poco tiempo fue fotografiada paseando por Nueva York, con el cabello húmedo recogido en una trenza mientras caminaba a toda prisa. Llevaba un bolso boho de la firma Saint Laurent y un suéter oversize de mohair con textura peluda, así como unos jeans acampanados y las mismas bailarinas Mary Jane de terciopelo de la marca Vibi Venezia; que al igual que sus mocasines clásicos y sus sandalias de cuñas ortopédicas, parecen ser el calzado favorito de la actriz durante esta temporada.
En otra ocasión, sus bailarinas fueron de la manos de unos jeans capri. Sí, aquellos pantalones que fueran la pieza clave de los estilismos de los años 50 y 60, que además vieron una reinvención en los años 2000, se catalogan como uno de los modelos de pantalones de mezclilla que se verán en Primavera-Verano 2024, con bastante frecuencia. Así, Katie Holmes no tuvo ningún problema en revivir este clásico favorito mientras caminaba por la Gran Manzana en Nueva York con un par de bailarinas azules, pero ahora en tonos pastel.
Artículo publicado originalmente en British Vogue, vogue.co.uk.
