Luego de 2020, el mundo ha cambiado radicalmente la relación con su alimentación, puede que ahora sea más sana y más acorde con las necesidades naturales del organismo. Esto ocurre especialmente con los franceses.
De acuerdo a un reciente estudio, en el país galo están más preocupados por su salud, también están motivados por la búsqueda de pequeños placeres y estar más en casa. Adicionalmente, el 42% dedica más tiempo a preparar sus comidas y el 29% prepara su propia comida, con el pan y el yogur a la cabeza de la lista de compras, según una encuesta del IFOP.
Esto es una buena noticia si tenemos en cuenta que, según el Dr. Olivier Courtin-Clarins, autor de los libros ‘Belle dans mon assiette’ y ‘Belle dans mes recettes’ (Editorial Cherche-Midi): ‘una alimentación equilibrada se basa en: 1) La calidad de los productos, 2) Las calorías llenas frente a las calorías vacías, 3) Las cantidades ingeridas y 4) Las proporciones en el plato’.
‘Los alimentos ‘sin esto, sin aquello, sin lo otro’ no tiene sentido para mí, y ahí es donde entra el equilibrio entre grasas, carbohidratos y proteínas. Por eso hay que evitar los procesados industriales, a menudo enriquecidos con conservantes y aditivos, y saber descifrar las etiquetas’, agrega el especialista.
Una nueva visión más global de la alimentación sana
¿Las reglas de una alimentación equilibrada según el experto? Respetar la regla de las 3V:
- Principalmente vegetal,
- Variada para multiplicar los nutrientes,
- Viva, es decir, de temporada, cruda o ligeramente cocinada para preservar las vitaminas, los oligoelementos y los antioxidantes. Con, por supuesto, un mayor respeto por el papel del hombre en la naturaleza.
Esta idea está bien integrada por los consumidores franceses, para quienes comer localmente nunca había sido tan importante. Según una encuesta del IFOP, el 35% de ellos concede más importancia al origen de sus alimentos desde el 17 de marzo de 2020 ('La Ruche qui dit oui', una red de colectivos que compran directamente a los productores locales, ha visto triplicar su número de pedidos), y cada vez son más los que cultivan en su propio huerto.
Las 5A que son pilares del bienestar
Al aportar los nutrientes que intervienen en los mecanismos de nuestro sistema inmunitario, la alimentación desempeña un papel decisivo en nuestra salud. Véronique Liesse, dietista, nutricionista y micronutricionista, lo explica en su libro ‘Grand Livre Spécial Immunité’ (Editorial Leduc Pratique): ‘Una alimentación desequilibrada activa la inmunidad innata y debilita la inmunidad adquirida, lo que puede conducir a un estado inflamatorio crónico y a una alteración de nuestras defensas’.
Y existen cinco factores, todos ellos interconectados, que pueden afectar a la inmunidad: la inflamación, el estrés oxidativo, el hiperinsulinismo, la disbiosis y la intoxicación. ‘Como vimos en el caso del COVID 19, se ha hablado mucho de la famosa tormenta de citoquinas (las citoquinas son los mensajeros inflamatorios). De ahí la importancia de mantener bajo control estos cinco grandes mecanismos’. Y esto requiere una dieta basada en las 5A, añade la experta:
- Antiinflamatoria (alimentos ricos en omega-3, fitonutrientes y especias).
- Antioxidante (verduras, frutas, cereales, legumbres, oleaginosas, semillas).
- Antihiperglucémico (bajo índice glucémico, alto contenido en fibra, alimentos firmes e integrales, de sabor ácido y ricos en omega-3 de origen animal).
- Antidisbiosis (alimentos ricos en probióticos como yogures, verduras lactofermentadas, quesos de leche cruda, etc.) y prebióticos (verduras, frutas, tubérculos, semillas, etc.).
- Antitóxicos (alimentos ecológicos, frescos, bien conservados y cocinados a baja temperatura).
Controlar tus hormonas a través de la comida
En su último libro, ‘Hormones, arrêtez de vous gâcher la vie!’ (Editorial Leduc Pratique), coescrito con el nutricionista Vincent Renaud, Véronique Liesse detalla el buen efecto de la alimentación sobre las hormonas, un campo de estudio aún poco conocido.
Sería un error pensar que ciertos alimentos pueden potenciar directamente las hormonas (a excepción de la insulina, la serotonina y la dopamina), pero es innegable que la falta de ciertos nutrientes puede hacer que disminuya la producción hormonal. ‘No esperes que tus hormonas se produzcan, funcionen y se comuniquen entre sí correctamente si comes cualquier cosa’, advierte Véronique Liesse.
De ahí la importancia de una alimentación equilibrada para optimizar las hormonas que controlan nuestras emociones y nuestro estado de salud y bienestar. La micronutricionista destaca el GABA (ácido gamma-aminobutírico), menos conocido pero más abundante en el cerebro que la dopamina o la serotonina y objeto de cada vez más investigaciones: ‘Ahora se ha establecido que el GABA puede ser fabricado o utilizado por nuestra microbiota. En segundo lugar, en el hipocampo, las neuronas GABA ayudan a controlar los pensamientos oscuros, la repetición de pensamientos negativos y los recuerdos traumáticos. La alimentación a favor del GABA favorecería la calma y la relajación, la recuperación y la regeneración del organismo, la relajación muscular y la estabilización de la presión sanguínea’, comenta.
En la práctica, esto implica:
- Tener un aporte suficiente de glutamina (alimentos ricos en proteínas: carne, pescado, huevos, productos lácteos, cereales, legumbres)
- Comer frutas y verduras crudas
- Garantizar una microbiota equilibrada. Aunque hay tantas hormonas como formas de potenciarlas, una dieta equilibrada basada en las 5 A es un buen comienzo para una síntesis armoniosa de estas hormonas.
Artículo originalmente publicado en Vogue Francia, vogue.fr. Adaptado para Vogue México y Latinoamérica.
