Una celebración a la íntima relación entre la casa Dior y Andalucía. Vogue reúne todo lo que tienes que saber para entender esta colección llena de vida.
¿Listo para una celebración a la vida, con la colección Dior Crucero 2023? Aunque primero debemos regresar al pasado, a 1956, cuando Christian Dior creó el vestido ‘Bal a Sevilla’ (baile en Sevilla), una voluminosa creación de Alta Costura que inició un diálogo cultural entre la maison francesa y la cultura andaluza.
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Las noches españolas, el espíritu festivo y centelleante de esta fiesta también inspiraron la colección Crucero 2023, creada por Maria Grazia Chiuri.
Laura Hawkins, de Vogue UK, estuvo en la histórica Plaza de España en Sevilla para presenciar el espectáculo, una celebración a los artesanos españoles en la más reciente colección de Dior Crucero 2023.
Artículo originalmente publicado en Vogue UK, vogue.co.uk.
Foto: Cortesía.1/5El show estaba inspirado en la tradición española de la ‘fiesta’
Los invitados que se aventuraron a Sevilla, durante la mañana del espectáculo, se unieron a las multitudes que agolpaban la capital andaluza para ver una magnífica procesión desde la catedral de la ciudad, celebrando la fiesta católica Corpus Christi.
La imagen de la ciudad unida en una celebración (sus calles pavimentadas con hierbas aromáticas, sus bares y restaurantes llenos de gente de todas las edades, sus callejones estrechos vivos con el sonido de la música) inspiraron la propia visión de Chiuri para el desfile Crucero, una ‘fiesta’ que describió como ‘arte escénico’, en una conversación previa con los medios.
Llevado a cabo en la histórica Plaza de España, obra maestra barroca y morisca, construida en 1929 para la Exposición Iberoamericana, el espectáculo nocturno se abrió con una radical representación flamenca, coreografiada por la granadina Blanca Li y orquestada por el compositor Alberto Iglesias, que ha trabajado con el director de cine español Pedro Almodóvar desde 1995. ‘Queremos celebrar y estar juntos’, comentó Chiuri.
Foto: Darrel Hunter.2/5La colección fue un diálogo entre el arte ecuestre y los vestuarios de flamenco
Chiuri quedó fascinada por la ceremonia del vestido tradicional español, su colección giró entre el armario de un exuberante competidor de doma y una ardiente bailarina de flamenco. En la parte superior de su moodboard estaba Carmen Amaya, la pionera del flamenco nacida en 1926 que optaba por presentarse con ropa de hombre, como los pantalones de cintura alta y un bolero a juego.
Los pantalones de jinete andaluz se combinaban con ricas chaquetas recortadas con cierres y botas de montar, chaparreras creadas en cuero suave con detalles de encaje de corte láser o con el acolchado Cannage, y látigos de montar llevados como accesorios.
El sensual espíritu del flamenco se manifestó en los ricos tonos de escarlata, negro y oro. Vimos también tafetán en vestidos relucientes, chales Manila bordados y combinados con pantalones con tirantes, y abanicos desmontables balanceándose en los cinturones y faldas de encaje y organza.
Foto: Cortesía.3/5Los sombreros fueron el accesorio en tendencia
Como es costumbre en la visión de Chiuri, los accesorios (desde guantes de cuero de corte láser hasta botas de montar, bolsas en miniatura de Lady Dior y delicados zapatos Mary Jane) todos emergieron como imprescindibles.
Pero fueron los sombreros (dos sombreros emblemáticos del uniforme ecuestre, creados en fieltro y paja, y llevado en un ángulo sobre la cabeza) los que se robaron el show. Los modelos, diseñados por el gran colaborador de la marca Stephen Jones, se inspiraron en una imagen de Jackie Kennedy a caballo en un bolero rojo, en Sevilla, en 1966, con una de los aristócratas más importantes de España, la Duquesa de Alba. Parte de las piezas fueron producidos por el fabricante sevillano Fernández y Roche. ‘Por su fieltro, son uno de los mejores sombrereros de Europa’, comentó Chiuri.
4/5Dior recurrió a las grandes estrellas de la artesanía española
En línea con la tradición de las colecciones Crucero de Dior, Chiuri reclutó una lista de impresionantes artesanos y artesanos locales para colaborar en esta colección, y ‘construir un diálogo entre los países’.
El icónico bolso Saddle de Dior fue reinventado con técnicas de bordado de cuero por Javier Menacho Guisado. Los chales de Manila (emblemas del vestido español con una historia de diseño arraigada en Filipinas, China y América del Sur) fueron creados en el taller de María José Sánchez Espinar.
Una bolsa Lady Dior y una Bar Jacket también fueron magistralmente bordados con delicados tejidos de oro por el atelier de Jésus Rosado (un taller que solo trabaja con hilos de oro y plata, predominantemente en telas que adornan a las vírgenes en procesiones religiosas).
‘No se pueden encontrar en ningún otro lugar’, explicó Chiuri. ‘Quiero seguir trabajando con el atelier para nuestras colecciones de Alta Costura’.
Foto: Cortesía.5/5Chiuri se inspiró en las múltiples facetas de la feminidad española
El moodboard de la directora creativa estaba lleno de imágenes de la identidad femenina española a través de los siglos. Esto incluyó la resplandeciente imagen católica de la Virgen de la Macarena, la Duquesa de Alba con un velo de Mantilla de encaje negro, y las heroínas de las películas de Almodóvar.
Para Chiuri, la imagen de la Virgen ofrece una conexión con su propia herencia romana, donde una niña linda es descrita como ‘hermosa como una Virgen’, así como la cultura visual mediterránea derivada de la religión. ‘Rara vez reflexionamos sobre esa influencia dentro de la moda’, explicó.
