Tatjana Patitz, una de las supermodelos originales, ha muerto 

La supermodelo Tatjana Patitz, que apareció en el video Freedom '90 y en numerosas portadas de Vogue, ha fallecido.
Tatjana Patitz con vestido dorado en desfile de Dior Couture
Tatjana Patitz.Getty Images.

Tatjana Patitz, la más discreta y quizá la más intensa de las supermodelos originales, ha muerto. Tenía 56 años.

‘Nunca vendí mi alma’, dijo Patitz en una entrevista en 2020. Nacida en Hamburgo, de madre estonia y padre alemán, se trasladó con su familia a Skanör, una idílica ciudad costera del sur de Suecia, cuando era muy joven. En 1983, siendo una chica poco femenina de 17 años y amazona de competición, se presentó a un concurso de modelos de la agencia Élite en Estocolmo. Quedó tercera en Suecia. El premio era un viaje a París y un contrato por tiempo limitado. Pero, como escribió Vogue en 1988, ‘no nació rápidamente una estrella. Tatjana no encontró trabajo durante un año.

Tatjana Patitz en Jean Paul Gaultier.

Irving Penn, Vogue, Agosto 1989.

Tatjana Patitz con Claude Montana.

Irving Penn, Vogue, Agosto 1989.

Peter Lindbergh, se convirtió en el padrino de la carrera de Patitz. El fotógrafo alemán, conocido por sus imágenes sin retocar y su preferencia por un look de belleza ‘natural’, fotografiaría a Patitz para la famosa imagen Camisas blancas: Seis supermodelos, Malibu, en 1988, y de nuevo para la portada de supermodelos de enero de 1990 de British Vogue. Cuando George Michael vio ese número, invitó al mismo elenco de chicas a aparecer y hacer doblaje de la canción Freedom '90 en su ya mítico video musical.

Patitz, una de las supermodelos originales, nunca pareció formar parte de ‘la manada’ que marcó algunos de los momentos más importantes de la moda, lo que se explica en parte por su decisión de no vivir en Nueva York ni en París, sino en California, donde podía estar más cerca de la naturaleza y de sus animales. Dejando a un lado la geografía, la belleza de Patitz tenía algo de misterioso, algo en el suave óvalo de su rostro y en la forma de sus ojos que hablaba de autoposesión y pasión. ‘Tatjana siempre fue el símbolo europeo de la elegancia, como Romy Schneider y Monica Vitti’, recuerda Anna Wintour, directora de contenidos de Condé Nast y directora editorial mundial de Vogue, ‘era mucho menos visible que sus compañeras, más misteriosa, más madura, más inalcanzable, y eso tenía su atractivo’.

El atractivo de Patitz era femenino y experto, no el de una ingenua de ojos abiertos, y con su formación como actriz, era una fuerza a tener en cuenta. Como dijo a Vogue en 1988 en un reportaje titulado Tatjana: Million Dollar Beauty, ‘la gente siempre decía que yo era especial, que no me parecía a nadie. Y que iba a triunfar por eso’.

Tatjana Patitz trabajó durante mucho tiempo con Lindbergh, Herb Ritts y Patrick Demarchelier, que a menudo la fotografiaron en exteriores. Sus apariciones más recientes en Vogue fueron asuntos familiares. La modelo se reunió con sus compañeras para Good Jeans, una editorial sobre supermodelos en denim fotografiado por Annie Leibovitz. En 2012, Patitz y su hijo Jonah Johnson fueron capturados en un idilio pastoral en casa, fotografiados en su rancho en el Valle de Santa Ynez por Lindbergh. De nuevo en 2019, madre e hijo aparecieron en un portfolio de Tina Barney. Hablando de su hijo el año pasado, declaró: ‘Jonás es mi fuente de felicidad’.

Tatjana Patitz con un vestido de Saint Laurent Rive Gauche.

Arthur Elgort, Vogue, Agosto 1987.

Tatjana Patitz de Ralph Lauren.

Arthur Elgort, Vogue, Octubre 1989.

Tatjana Patitz con falda de Michael Hoban para North Beach, pañuelo de Ralph Lauren y cinturón de Barry Kieselstein-Cord.

Arthur Elgort, Vogue, Octubre 1989.

Tatjana Patitz en Calvin Klein.

Arthur Elgort, Vogue, Noviembre 1994.

Helmut Lang, otoño 1994

Condé Nast Archive

Hermès, otoño 2001

Condé Nast Archive.

Etro, otoño 2019

Alessandro Lucioni / Gorunway.com

Vivienne Westwood, otoño 1994

Condé Nast Archive

Artículo originalmente publicado en Vogue US, vogue.com. Adaptado por Amira Saim.