Sustentabilidad

Greenwashing en la moda: ¿qué es y cómo podemos identificarlo?

En un mundo que busca que la moda sea sustentable, las grandes empresas buscan (a cualquier costo) cómo adaptarse y no quedar fuera.
Vestido midi de Zara
Este femenino modelo es indispensable para el verano.Cortesía

A medida que profundizamos en los términos para conocer cuál es la importancia de hablar de moda sustentable, no podemos dejar de mencionar el rol que el greenwashing –también llamado lavado verde o ecoblanqueo– tiene. Cada vez son más y más las marcas y empresas que vuelcan sus actividades hacia prácticas sostenibles, responsables y éticas, no sólo por la necesidad de reducir el impacto ambiental que la industria de la moda tiene sobre el planeta sino también por la presión social que reciben. 

Hoy en día, son los propios consumidores quienes incitan al cambio e impulsan a las empresas a tener que proponer formas más sustentables y responsables para realizar sus productos, exigiendo que este cambio suceda en el menor tiempo posible.

Pero, ¿es factible que una gran empresa pueda modificar toda su línea productiva de la noche a la mañana para convertirse en una marca sustentable? ¿Puede una empresa que tiene su mega-producción proyectada por los próximos años hacer un cambio tan drástico? En las respuestas a estas preguntas es que podemos ver cuál es el eje principal del greenwashing, o por qué las empresas necesitan estrategias de marketing para simular la sustentabilidad.

¿Qué es el greenwashing?

El término greenwashing, conocido también como ecoblanqueo o lavado verde, hace referencia a las estrategias de comunicación y marketing que las empresas utilizan para simular o dar cuenta de ciertas prácticas sustentables que realizan, pero que en el fondo no tienen fundamento. Con esto se busca generar una imagen de marca positiva que satisfaga necesidades superficiales del consumidor, ávido por generar hábitos que sean sostenibles y amigables con el medio ambiente, usando recursos que simulan una toma de acción y de postura frente al tema.

Planta de algodón orgánico

Getty Images

¿Cómo funciona el greenwashing?

Esta práctica se utiliza principalmente a la hora de comunicar un producto, donde se elige una cualidad que responda a las bases de la sustentabilidad, aunque no lo sea 100%, para reforzarla y agarrarse de ese pequeño fragmento para hacer una campaña de comunicación de marca. Un ejemplo de esta estrategia, fácilmente atribuible al fast-fashion, es cuando las empresas usan palabras como ‘consciente’, ‘orgánico’, ‘eco’ o ‘sustentable’ para definir líneas o cápsulas de productos dentro de la marca, aunque mantengan las prácticas abusivas y contaminantes con el resto de sus productos. Greenwashing también refiere a las declaraciones masivas de empresas que dicen ir por el camino de la sustentabilidad pero que al final del día sólo cumplen con regulaciones sin comprometerse con la causa, llevando adelante producciones de gran escala, que continúan perjudicando al planeta y lejos están de reducir el impacto climático que tiene la industria de la moda.

¿Cuáles son las claves para reconocer el greenwashing?

Para no caer en la trampa del greenwashing, debes tener siempre presentes estos conceptos:

  • No creas sólo lo que te dice el eslogan. El uso de frases como ‘bio’, ‘eco-friendly’, ‘orgánico’ o ‘reciclado’ no hacen a una marca sustentable.

  • Sospecha de aquellas marcas que no provean información sobre de dónde vienen o cómo realizan sus productos. Aquello que son realmente sustentable siempre proveen información genuina sobre el origen y realización de cada producto.

  • Conoce cuáles son los sellos ecológicos verdaderos, aquellos que hacen que un producto sea sustentable.

  • Infórmate sobre cuál es la diferencia entre cada término y práctica sustentable. Existen distintas plataformas en línea que apoyan la educación sustentable.

  • Chequea siempre la lista de ingredientes y la composición de un producto o de las prendas. Hay muchas aplicaciones que pueden ayudarte a entender el significado de una etiqueta.

  • Entiende que mientras más grande sea la empresa, más tiempo le llevará cambiar toda su estructura en pos de una más sustentable. Así que piensa dos veces antes de creerle el mensaje ecológico a alguna de ellas.