Miuccia Prada revivió el bolso de su abuelo Mario Prada en una colección Primavera-Verano 2024 que era todo elevación, dice Anders Christian Madsen de Vogue.
Miuccia Prada revivió el bolso de su abuelo Mario Prada en una colección Primavera-Verano 2024 que fue todo elevación, dice Anders Christian Madsen de Vogue. Sigue leyendo para conocer los cinco puntos fuertes del desfile en Milán Fashion Week.
Estrop/Getty Images1/5Todo era cuestión de elevación
Como una casa de moda de la subversión, las colecciones de Prada sirven como espejos de nuestras propias fijaciones. Esta temporada no se trataba de darle la vuelta a nuestras obsesiones materiales, emocionales o sexuales, sino de una reflexión sobre la preocupación de la moda por la ‘elevación’. Echa un vistazo a la industria y lo verás: se lanzan colecciones de alta costura a diestro y siniestro, el ‘savoir-faire’ se ha convertido en un término erógeno y el patrimonio de una casa es ahora su veta de oro más preciada, desenterrada y reimaginada en exposiciones y libros de mesa en abundancia. Miuccia Prada y Raf Simons subvirtieron esa tendencia en una colección que mostraba la propia destreza artesanal e histórica de la marca mientras ponía los ojos en blanco ante esa elusiva idea de ‘elevación’.
WWD/Getty Images2/5Prada quería hablar de ropa
‘Decidimos ni siquiera escribir un mensaje de prensa, porque personalmente estoy cansada de hablar de ideas y no de ropa’, dijo Prada con descaro después del desfile, muy consciente de que la torre de reporteros con grabadoras erigida a su alrededor anhelaba sus reflexiones sobre la temporada. Se refería a las notas del desfile que se enviaron por correo electrónico a los periodistas después del desfile, que simplemente contenían una lista de looks, prendas y técnicas en lugar de las reflexiones más sustanciales que ella y Simons normalmente escribían. Por supuesto, al estilo típico de Prada, todo eso fue un espejismo. Que los diseñadores hablaran de no hablar de ropa era una idea en sí misma y un testimonio de la inteligencia de la moda. Necesitamos hablar de moda; documentar sus ideas y discutir su significado.
Isidore Montag / Gorunway.3/5Hubo slime y uniformes de esencia estadounidense
Después de que Prada expresó su punto, levantó la vista y sonrió: ‘¡Hablemos de ropa!’. Centrada en los mismos montones de slime translúcido que brotaban del techo del desfile masculino ambientado en junio, la colección proponía una estética andrajosa del corazón de Estados Unidos impregnada de una actitud de chica antidisturbios: chaquetas de campo resistentes, camisas con flecos de rock 'n' roll, camisas con ojales prendas de punto y vestidos, y formidables monos y conjuntos de faldas a medida para trabajadores. Por supuesto, la monotonía de todo esto creó el telón de fondo perfecto para las reflexiones de Prada y Simons sobre la elevación: era una moda con los pies en la tierra, algo destruida, creada a través de la artesanía más fina y compleja que las fábricas de Prada tienen para ofrecer. La ironía era palpable.
Daniele Venturelli/Getty Images4/5Prada y Simons amplificaron su savoir faire
¿Cuál era entonces la naturaleza de toda esta fina artesanía? Para empezar, los motivos de esas camisas con flecos se evocaron a través de franjas de flecos bordadas individualmente. Las faldas de oropel con cinturón estaban hechas de flecos creados como joyas. La ropa de calle que parecía cuero de mosaico era de cuero trabajado en parches bordados a mano con cristales y tachuelas. Y todos esos vestidos súper livianos que parecían el plástico suave que se envuelve alrededor de los muebles fueron confeccionados con la organza y el gazar más delicado. ‘Siempre leo ‘300 personas durante 700 días...’’, dijo Simons, refiriéndose a la forma en que la moda cubre la alta costura y el tiempo y la mano de obra necesarios para crearla. ‘Eso no es relevante. El caso es que nos dimos cuenta de que en realidad era posible. Nos gustó la idea de desafiar el bordado y el material’.
Victor VIRGILE/Getty Images5/5Prada revivió la bolsa de su abuelo
Hablando de patrimonio, una herramienta cada vez más importante para la elevación de las grandes marcas y que Prada normalmente no aborda, la colección revivió un bolso creado originalmente en 1913 por Mario Prada, abuelo de Miuccia Prada y cofundador de la marca. ‘Replicamos el bolso de manera idéntica y lo hicimos en nailon y cuero’, explicó Simons sobre el bolso de noche adornado con un cierre tallado a mano que representa una figura mitológica. Recurrir a sus raíces fue un movimiento interesante para Prada, que tiene un factor de frescura contemporáneo tan enorme que apenas necesita infundir el valor de su marca con el romanticismo del pasado. En cambio, el bolso surgió como el emblema de una colección que capturó nuestra fascinación por la elevación histórica o artesanal de este momento de la moda.
Artículo originalmente publicado en BritishVogue, vogue.co.uk
