Selena Gomez habla sobre el poder de la vulnerabilidad en su nuevo documental

‘Definitivamente, quiero esconderme después de que salga esto’, afirma la estrella pop sobre el documental My Mind and Me. 
Selena Gomez y su documental en Apple TV
Selena Gomez. Cortesía de Apple TV+. 

Hay un momento al principio de Selena Gomez: My Mind and Me, el nuevo documental que se estrena el 4 de noviembre en Apple TV+, en el que la estrella admite ante las personas reunidas en su camerino: ‘Mi cuerpo es muy joven’, y con esto se refiere a la forma en que un determinado atuendo enfatiza (o no) su figura, haciéndola parecer, como ella dice, ‘como una niña de 12 años’.

Pero esto es algo más que una valoración de su vestuario; es también un gesto hacia una de las tensiones centrales en la carrera de la estrella y en la realización de esta película: Hablamos de la presión que puede imponer la conciencia de los demás. ¿Verán sus fans a la estrella de Disney que una vez fue? ¿O verán a una cantante poderosa que ha florecido por derecho propio? ¿Cómo contribuyen su ropa, su comportamiento, su actuación (especialmente cada movimiento que da) a las narrativas que sus fans y detractores construyen sin descanso?

Selena Gomez en concierto.

Cortesía de Apple TV+. 

Puede parecer extraño que alguien tan consciente de esa atención decida hacer un documental sobre sus problemas de salud mental, especialmente con este director. 

El cineasta, Alek Keshishian, trabajó por primera vez con Gómez en el vídeo musical de Can't Keep My Hands to Myself, pero él es probablemente más conocido por el innovador e íntimo documental filmado casi siempre en el backstage de los conciertos de Madonna: Truth or Dare.

‘Me gusta tener acceso a todo’, dice el director, cuando Gómez, él y yo nos reunimos vía Zoom antes del estreno de la película. Hubo momentos, me dice la cantante Selena Gómez, en los que quiso llorar al ver el corte final, no por lo expuesta que la dejó, sino porque odiaba haber sentido la incomodidad o la inseguridad que la película reflejó de forma tan directa.

En cierto modo, el documental My Mind and Me es un mero recuento cronológico de los últimos seis años de la vida de Selena Gómez: las giras, las crisis de salud física y mental que se aceleraron en esos años, la cancelación de su gira Revival, una pausa de dos años entre tours, un viaje a Kenia para hacer obras de caridad, la pandemia, un viaje a la Casa Blanca para hablar de los planes de educación sobre la salud mental en las escuelas primarias. 

Pero también ofrece una visión sin precedentes de la forma en que estos eventos se vieron afectados por lo que estaba pasando en la cabeza y el cuerpo de Gómez. Especialmente, en 2019, cuando tuvo un colapso y fue oficialmente diagnosticada con trastorno bipolar

De manera conmovedora, vemos el momento en que Gómez decidió hacer público su diagnóstico preciso, y todas las dudas que sintió al hacerlo, aunque tenía claro (por su instinto) de que una mayor apertura podría conducir a una mayor desestigmatización del tema. 

My Mind and Me de Selena Gómez no es una acusación a los medios de comunicación al estilo de Framing Britney Spears u otros documentales que han expuesto la implacable presión de ser una mujer joven y famosa en Hollywood. 

Sin embargo, es un documental condenatorio: un catálogo de las preguntas o juegos repetitivos que siempre se le pide a Gómez que responda. 'Eso es una gran pérdida de tiempo', suspira después de una de esas entrevistas. Y en general, esto ocurría con su vida, cuando cada vez que busca un momento para lograr un propósito mayor, no conseguía lograrlo. 

Con la determinación de no perder el tiempo, nos sentamos con Selena Gómez y Alek Keshishian para hablar de todos los años que han pasado haciendo esta película juntos y de lo que esperaban conseguir. 

Vogue: Cuéntame cómo surgió la idea de esta película.

Alek Keshishian: Trabajé con Selena Gómez en 2015 en Can't Keep My Hands to Myself, y luego, cuando se fue de gira en 2016, se acercó a mí para hacer un documental. Y decidimos, después de unas semanas, que no era el momento adecuado. Soy bastante intrusivo en mi forma de hacer cine, ya que me gusta tener acceso a todo. Selena fue muy valiente: ‘Sí, te lo concedo’, me dijo, pero después de unas semanas, sentí que estaba pasando por muchas cosas, y tener cámaras allí encima no me parecía bien. Seguimos siendo amigos, obviamente. Me enamoré de ella.

Su viaje a Kenia [en 2019 con la Fundación WE] nos dió otra oportunidad. Dije: ‘Vamos a filmar unos días antes’. No sabíamos realmente si iba a haber un documental grande; creo que éramos bastante inocentes al respecto. Pero desarrollamos una cercanía, y luego tuvimos esta visión compartida de que esta historia podría tal vez ayudar a otros. Y eso se convirtió en nuestro factor de motivación mientras seguíamos rodando.

Alek, eres muy conocido por el documental sobre Madonna, que obviamente es un retrato muy íntimo de una persona muy famosa. ¿Estabas tú, Selena, emocionada por tener ese tipo de exposición? ¿O estabas nerviosa por ello?

Selena Gomez: Definitivamente, tuve momentos en los que estaba súper entusiasmada. Pero también hubo momentos en los que me sentí nerviosa. Estás muy vulnerable. Para ser honesta, puede ser un poco incómodo incluso verlo. Pero cuando Alek estaba allí y era sólo Alek, me sentía cómodoa Como cuando mi lupus estaba en erupción. Lo filmó, pero filmó un poco y luego estuvo allí acompañándome. 

¿Es más difícil salir en un documental exponiéndose, o escribir una canción con un mensaje directo?

Selena Gómez: Definitivamente quiero esconderme después de que esto salga a la luz. Tuve que separarme del proceso y entender lo que sentía, y que la película iba a ser vista por otras personas. Así que me estoy sacrificando un poco. Ya sabes, me encanta mi trabajo, pero al final del día, quiero ser impactante de alguna manera. Y si eso es compartiendo una parte de mí misma que no es necesariamente bonita y arreglada, es de esperar que haya gente que pueda mirar eso y pensar: ‘Oh, tal vez yo me sienta así’, o, ‘no sabía que se podía obtener este tipo de ayuda’.

Uno de los momentos que más me llamó la atención en la película es cuando habla de decir cosas difíciles a las personas que quieres, como tus padres. ¿Tienes algún consejo para los amigos y familiares de las personas que sufren problemas de salud mental?

Selena Gómez: No me gusta ese enfoque en el que me hagan sentir como una paciente. No me gusta lo que se siente. Mi consejo para esas personas sería estar ahí presentes como amigos. Y siento que a veces no quieres que te cuiden. Sólo quieres tener un amigo. Y escuchar, y amar incondicionalmente.

A.K.: Habiendo sido testigo de ello, creo que hay mucho que decir sobre el perdón. Y creo que el perdón va en dos sentidos. Ninguno de nosotros es perfecto. Ninguno de nosotros es perfecto en la forma en que interactuamos, especialmente con la familia. Pero viendo a Selena y a su madre, hay mucho perdón. Y cuando vuelves a ese núcleo de amor, ese es el camino de la sanación.

Selena Gomez entre bastidores.

Cortesía de Apple TV+. 
Hablando de amistad, Alek, vi tu post en Instagram que mencionaba a la amiga de Selena, Raquelle Stevens, como coprotagonista de la película. ¿Qué papel crees que tiene la amistad en el apoyo a las personas que están pasando por algunas de estas cosas?

A.K.: Raquelle es una presencia tan divertida para mí porque en un nivel pudiera parecer una amistad tonta. Hubo momentos en los que pensé: ‘Dios mío, esto es como Laverne y Shirley, estas dos, porque son muy divertidas juntas’. Y sin embargo, a la hora de la verdad, ella es como un pequeño Yoda. Dice cosas que dan en el blanco. Y otras veces, ves que no está en sintonía con la experiencia que Selena está teniendo. Como en París, Raquelle está disfrutando de la ciudad. Y Selena está pasando por muchas cosas difíciles. Pero la amistad sobrevive a todas esas cosas porque realmente se quieren. Y esa amistad (la forma en que sobrevive a todo) fue realmente poderosa para mí. Llegué a querer mucho a Raquelle por la forma en que trata a la gente que la rodea, que en última instancia es desde un lugar de amor profundo e incondicional.

Selena Gómez: Fue una coincidencia porque acabó siendo una de mis amigas que fue al viaje a Kenia. Creo que sólo quería que mi amiga viniera conmigo, y ella es el tipo de persona que conozco desde hace 10 años y que a veces puede sostenerme, y mantenerme frente al espejo.

¿Y cómo se conocieron inicialmente?

Selena Gómez: En realidad nos conocimos en una fiesta de fin de año. Yo estaba pasando por una ruptura y no estaba teniendo un buen Año Nuevo, y ella fue muy amable. Me preguntó cómo estaba y tuvo una presencia cálida en ese momento. Y acabamos hablando como dos horas esa noche.

¿Cuándo decidieron ambos que la película estaba finalmente terminada?

A.K.: Cuando fue a la Casa Blanca [para una conversación con el presidente Biden sobre salud mental], se cumplió un sueño que a veces ella se había negado, quizá por la falta de confianza. Tenía que llegar a ese punto de: ‘Puedo hacerlo’. Así que para mí, como cineasta, me pareció el final adecuado. Porque honestamente, la encuentro tan fascinante. Podría rodar sin parar, aunque a ella no le gustaría tanto la idea. Pero el verdadero final de esta película quizás no va con lo que es hoy. Ella ya es muy diferente de ese punto donde termina la película.

¿Y dónde quedó el esfuerzo por conseguir un plan de estudios sobre salud mental en las escuelas, que fue lo que, en parte, hablaste con Biden?

Selena Gómez: Estoy trabajando en ello a través del Rare Impact Fund. Hemos estado trabajando con un grupo de escuelas y queremos crear vínculos con gente que nos ayude a hacerlo posible. Cuando fui a la Casa Blanca, estuve hablando con el Cirujano General, y me dijo que esto era un gran objetivo para ellos también. Así que ahora le envío mensajes de texto, lo que resulta muy extraño [risas] pero genial. Muy bien. Es un hombre con mucha visión de futuro y quiere crear un cambio, y tiene la sensación de que es un tema urgente y de que estamos en un momento crítico. Debido al COVID, muchas personas que nunca habían experimentado la ansiedad pueden, de repente, sufrir ahora ataques de pánico. Así que es muy relevante.

Cuando describes el ‘momento crítico’, pensé que te referías al efecto de las redes sociales; ¿puedes hablar un poco del efecto de las redes sociales en tu salud mental?

Selena Gómez: Hace cuatro o cinco años que no tengo acceso a mi cuenta de Instagram; no sé mi contraseña. No era necesariamente una adicción. Simplemente no quería saberla porque no quería tener un momento de debilidad. Cuando estaba en la red, descubría cosas que no quería descubrir y veía cosas horribles. Era deshumanizado y realmente descorazonador. No me parece que sea un lugar seguro en lo absoluto, y lo digo muy claramente. Sin embargo, estoy en TikTok [risas] y siento que TikTok es un poco más relajado y la gente puede divertirse más. Sigue teniendo sus momentos. Me tomo días y semanas fuera de él, y lo hago muy intencionadamente. 

Selena Gomez en Kenia, captada en My Mind And Me.

Photo: Courtesy Apple TV+
¿Qué más haces para mantener tu salud y bienestar estos días?

Selena Gómez: Bajar el ritmo. Ahora me despierto temprano. Si tengo una cita o una sesión de fotos o algo así, me despierto dos horas antes. Normalmente me despierto con el sol, y simplemente respiro profundamente y camino, despierto un poco mi cuerpo, y quizás escucho algo de música. Sueño mucho, así que tal vez escriba un poco y tome café. Es eso o hacer ejercicio: la salud física está muy relacionada con la salud mental. Incluso un simple paseo, no estoy hablando de hacer, por ejemplo, un Barry's Bootcamp. Obviamente estoy en terapia, y trato de rodearme de gente que ha luchado con lo mismo, para saber a quién llamar, y poder compartir un momento o incluso sólo tener una conversación. Creo que eso me ayuda mucho.

¿Hubo momentos en los que no estuvieron de acuerdo con lo que querían ver en la película?

Selena Gómez: Realmente no los hubo. Si hubiera un momento, me sentiría muy cómoda diciendo: ‘Alek, creo que eso no está bien’. 

A.K.: Creo que confiaba en mí porque sabía que yo sentía algo por ella. Podía ver cómo miraba mi película y saber dónde tenía que afinar, porque normalmente compartía su misma opinión. Me costó mucho tiempo hacerlo bien. Pero nunca estuvimos en desacuerdo porque quería hacer una película que ella pudiera respaldar y que yo pudiera respaldar también. 

¿Hay algo que quieran que la gente se lleve de la película a un nivel secundario o más profundo?

Selena Gómez: Creo que hay momentos en la película en los que personalmente me siento mal por todo lo que sentí. Al principio, por ejemplo, cuando hablo de mi cuerpo, lloro pensando en ello, porque odio haber sentido eso. Y ese es un sentimiento tan real. Me alegro de no tener ya esa mentalidad, pero me rompió el corazón verlo. 

A.K.: Nos propusimos hacer una película que tuviera cierta amplitud. Todo el mundo, a veces, se enfrenta a retos y a la oscuridad. Y puede que ni siquiera sea un tema de salud mental. Puede ser la pérdida de un trabajo, una enfermedad o un duelo. Espero que la película dé a la gente la esperanza de que todavía puede hacer algo con su vida y que se pueden sacar luz de esos momentos oscuros.

Esta entrevista ha sido editada para que sea más concisa y clara. 

Artículo originalmente publicado en Vogue US, vogue.com.