Que la moda y el tenis conversan es un hecho conocido (y muy apreciado). Y que a Zendaya le encanta alabar a sus personajes en las giras de prensa también es una certeza. Para la película Challengers, de Luca Guadagnino, que se estrena en Italia el 26 de abril, la actriz interpreta a una entrenadora de tenis en el centro de un triángulo amoroso (junto a los coprotagonistas Mike Faist y Josh O'Connor).
Y qué mejor oportunidad para Zendaya, y su estilista creativo Law Roach, de "servir" un look inspirado en los deportes de raqueta tras otro.
Zendaya luce un minivestido blanco de falda tableada y escote de infarto con los zapatos de tacón más inesperados
El más reciente es un minivestido de tenniscore, repleto de cristales, con zapatos de tacón de aguja con dos bolas amarillo neón cuidadosamente apiladas en el tacón de aguja. Una idea de Loewe, que ha custumizado, con la colaboración de Bulgari, el vestido y los accesorios.
Justo cuando pensamos que los looks de Dune: Parte 2, no podían ser superados, Zendaya y Law Roach nos sorprenden en Roma con este par de zapatos tan divertidos como elegantes para rendir homenaje al papel de Zendaya en la película.
¿Qué looks ha lucido Zendaya para la gira promocional de la película Challengers en 2024?
Pero fue en París, en la Maison de l'Amérique Latine donde se reunió el reparto para el photocall de la película, donde Zendaya (con Law Roach) se superó a sí misma. Porque lo que llevó 'a la cancha' fue un vestido realmente icónico.
Corría el año 2012 cuando Marc Jacobs, entonces director creativo de Louis Vuitton, hizo desfilar a sus modelos por unas escaleras mecánicas über chic con mini vestidos bon ton. El diseñador se inspiró en la obra del artista conceptual Daniel Buren, su uso de colores complementarios y su enfoque gráfico ordenado y geométrico.
Marc Jacobs lo tradujo, para la primavera verano 2013, en una colección tan esencial como remilgada, que ahora etiquetaríamos como perteneciente a la estética Dollcore.
Vestidos que recuerdan al Op-Art pero también a cierta limpieza de líneas metamórficas de partida de ajedrez, en tonos blancos y nude con alguna excepción de destellos amarillo limón y verde manzana.
Y aquí Zendaya piensa bien al lucir, de aquella colección, un abrigo lineal a modo de vestido, en crepé de seda, con un estampado damier que sigue figurando entre los iconos nostálgicos de la moda de principios de los 2000.
Puede que sea ese tono, que emula el césped de la pista de tenis, o la forma contemporánea en que lo ha conjuntado con los accesorios –una cinta de satén para adornar el pelo recogido en un moño y unos vertiginosos zapatos de tacón blancos–, pero Zendaya nos enamora de la moda del pasado que cíclicamente vuelve como protagonista en ocasiones como los photocalls y las alfombras rojas.
Primero el look con ropa de dormir de Elisabetta Franchi, y antes la falda blanca de tenis que lució para asistir a Wimbledon con su novio Tom Holland. Pero el primer match point, para la gira de la película Challengers, nos lo había 'servido' con un vestido verde de Loewe.
Diseñado para la ocasión por el director creativo de la marca, Jonathan Anderson, se trata de un vestido sirena con generosa abertura y escote, tachonado de lentejuelas y con la sombra de un tenista, colocado en la cadera, con intención de hacer una volea.
Estamos seguros de que para los próximos photocalls y alfombras rojas, Zendaya tendrá preparados unos cuantos puntos más.
Artículo publicado originalmente en Vogue Francia, vogue.fr.