BIENESTAR

Desde que sigo estas 3 reglas, tengo más energía y ánimo cada día

Cambia tu alarma del teléfono, ten prioridades y crea oportunidades para ejercitarte fácilmente, aquí te lo explico.
Bienestar cómo lograrlo
Mikael Schulz.

Para tener más energía y ánimo, he introducido tres reglas en mi día a día: Disfrutar de un sueño reparador, practicar ejercicio físico y mantener una vida social activa.

Nos sabemos muy bien la forma perfecta para tener más energía y ánimo durante el día, pero a menudo se trata de un tema de disciplina. Y es que muchas veces no logramos incorporar las prácticas correctas a nuestra rutina: Esos hábitos rápidos para practicar por la mañana y que nos dejan con mejor humor y más energía al instante.

Es necesario poner orden y ceñirnos a algunas reglas –sencillas, pero normas al fin y al cabo–, o al menos a mí es lo que me funciona (para obligarme a seguirlas).

Así me tomé algunos de los consejos que la defensora de hábitos saludables Amagoia Eizaguirre (@habituatea) compartió de la mano de Weleda, a propósito de su nueva línea reafirmante Granada. Cómo no, esta coach insistía en la importancia del ritual de belleza para dedicar tiempo durante la rutina de skincare y deternos a oler las aromas, sentir las texturas y masajear nuestra piel con plena consciencia (algo que yo hago desde hace años), pero también mencionó otras prácticas para tener más energía y ánimo. A mí, que las he ido poniendo todas en práctica, me han resultado efectivas estas tres. Y sí, las reglas tienen excepciones, pero ante todo, están ahí para cumplirlas, y para mí, eso es lo más importante.

3 pasos para una vida con más energía.

Mikael Schulz.

Activar alarmas (y no para despertarme)

Un despertador de los de toda la vida –en lugar de tu teléfono– es el secreto para dormir mejor. Dicho esto, las alarmas del teléfono son una herramienta muy útil en dos casos, según Amagoia Eizaguirre. ¿El primero? Para limitar el uso del teléfono. ‘De media, destinamos cuatro horas al día a usar el celular; y sin embargo, luego no encontramos tiempo para ver a nuestras amigas, descansar o desempeñar algunas tareas. Yo me pongo horarios, con alarmas que me señalan cuándo acaba el tiempo de conexión’, explica la coach.

En mi caso, más que un horario –por el agobio que me produciría renunciar a mirar el teléfono cuando 'no toca'–, lo que procuro es no pasar más de diez minutos seguidos haciendo scroll por placer. Y para eso, nada me ayuda tanto como programar una alarma cuando empiezo a usar la red social en cuestión. Además, sirve para convertir el uso de estas plataformas en una práctica consciente.

El otro caso para el que Amagoia aconseja poner alarmas es para indicar el momento de ir a dormir. Siempre creerás que te queda algo por resolver o que estarás más a gusto en el sofá, pero no: que suene una alarma te empujará a seguirla sin cuestionarla (o al menos le harás más caso que a una mirada furtiva al reloj). Esto te ayudará a acostarte antes, que es el primer paso para dormir más tiempo.

Reordenar las prioridades

Dice esta experta en bienestar que hay gente que nos da energía y quien nos la quita, y es importante saber distinguirlas. Por eso mismo, me esfuerzo todo lo posible en encontrar momentos (los fuerzo, si es preciso) para ver a esas personas positivas en mi día a día. Aunque sea un café rápido, aunque sea un paseo juntas, una llamada telefónica… No es necesario bloquear una tarde entera para vernos –aunque sería idóneo–, pero debemos encontrar el modo de ver y contactar cotidianamente con ellas para recibir su influencia. Dediquémosles algunas de esas horas que dejamos de pasar frente al teléfono, por ejemplo.

En cuanto a quienes, lejos de sumarnos, nos restan, Amagoia considera que ‘debemos protegernos de ellas. Podemos silenciarlas y bloquearlas en redes sociales; no pasa absolutamente nada’.

Además, para reordenar las prioridades la coach nos recomienda ser realistas con la gestión de nuestra energía. ‘Tenemos claro que si el teléfono tiene un 10% de batería hay que cargarlo, y sin embargo, nos forzamos al límite nosotras mismas. No nos obliguemos a hacer cosas que no podamos afrontar. Al empezar el día, revisa la agenda y tacha o pospón tareas en función de tu energía’, aconseja. Yo lo que hago es numerarlas en función de su importancia. Las que quedan en los últimos puestos, si no las completo, las paso al día siguiente, y no hay dramas. Sé que antes o después lograré hacer todo en esa misma semana.

Hay veces que hay que saber decir que no y quedarnos en casa.

Mikael Schulz. 

Hacer snacks de ejercicio

No soporto ir al gimnasio ni salir a correr ni prácticamente nada relacionado con el ejercicio físico; (sí, shame on me!) Pero sé que es bueno para mí, que me hace sentir mejor y que resulta fundamental para tener más energía y ánimo durante el día. Como dice Eizaguirre, ‘hay que aspirar a tener una vida más activa y conectar con la naturaleza; nos reencuentra con lo que somos, nos proporciona creatividad y bienestar’. De ahí que ella proponga que, sistemáticamente, nos levantemos de la silla de la oficina y nos asomemos a la calle cada equis minutos (los expertos recomiendan 50). Que nos acerquemos a los parques ‘para cambiar nuestra energía y sentirnos mejor’.

La regla que a mí me funciona es la de hacer caminando (rápido y sin detenerme) todos los trayectos que sean factibles (uno de esos 20 trucos de belleza que he copiado a mis amigas francesas). Es lo que me empuja a, por ejemplo, hacer a pie el trayecto de mi casa al trabajo, tanto a la ida como a la vuelta, en vez de coger el transporte público. Además, destino a pasear esa hora que nos dan para comer en la oficina (simplemente, como antes), y vuelvo a mi tarea renovada. ¡Así son las reglas!

Artículo originalmente publicado en Vogue España, vogue.es.