Detrás de look

El impresionante simbolismo del vestido de mariposas Alexander McQueen que verás en la Met Gala 2024

Uno de los vestidos que formará parte de la exhibición Sleeping Beauties: Reawakaning Fashion del Met es el de mariposas de Alexander McQueen y esta es su historia.
Vestido de mariposas Alexander McQueen
Foto: Vogue Runway.

Este año el Instituto del Traje Anna Wintour del Museo Metropolitano de Nueva York busca empujar los límites de lo que significa una exhibición de moda con su nueva muestra, Sleeping Beauties: Reawakening Fashion (Bellas Durmientes: El despertar de la moda).

Andrew Bolton, curador principal de esta institución, se ha puesto como meta estimular la mayor cantidad de sentidos con este proyecto, pues podrás oler aromas de otras épocas, escuchar sonidos que solo vivieron en determinadas circunstancias del pasado y ver renacidos vestidos que se han deteriorado frente al paso del tiempo y los estragos del uso. Todo esto gracias a sofisticadas técnicas de conservación, un gran equipo de investigación y acceso a nuevas tecnologías que lo harán posible.

Si bien los protagonistas de esta exhibición serán tesoros de la moda que han quedado guardados en museos, baúles, recuerdos o rumores –esas bellas durmientes a la que hace referencia el título– el hilo conductor que las unirá será la naturaleza: su esplendor y su inevitable decadencia, por eso serán presentados junto a otras joyas contemporáneas que, queriéndolo o no, se hacen eco de sus antepasados.

Una de estas obras de la moda de un pasado no muy lejano es el impresionante vestido de mariposas que diseñó la inglesa Sarah Burton para la colección Primavera-Verano 2011 de Alexander McQueen, una muy significativa, cabe destacar, tanto para la casa de moda como para la propia diseñadora. Sigue leyendo para conocer la historia de este emblemático vestido y por qué forma parte de la curaduría de Sleeping Beauties: Reawakening Fashion.

El vestido de mariposas monarcas de la colección Primavera-Verano 2011 de Alexander McQueen se exhibirá junto a un vestido de Charles James.

Cortesía del The Metropolitan Museum of Art

Historia del vestido de mariposas de Sarah Burton para Alexander McQueen

Tal y como lo expresó Tim Blanks en su reseña en Vogue Runway de la primera colección de Sarah Burton para Alexander McQueen: “Es difícil concebir una tarea más ingrata en la moda que reemplazar a un diseñador tan estimulante como Alexander ‘Lee’ McQueen”. Era octubre de 2010 y apenas siete meses antes, el 11 de febrero de ese mismo año, el celebrado diseñador se había quitado la vida. El mundo de la moda perdía a uno de sus genios y Sara Burton al que había sido su jefe y su mentor durante 15 años. En ese momento, quedaba claro que ella, su mano derecha, sería la mejor sustituta, sin embargo, esto no le garantizó librarse de la duda general: ¿estaría a la altura de su predecesor?

Su primera colección para la casa de moda inglesa fue testimonio de que sí lo estaría y que sería capaz de cuidar su legado, pero también de mostrar que tenía algo que la diferenciaría y le permitiría traer algo nuevo a la mesa, su género. Así lo explicó Tim Blanks en su reseña: “Por mucho que trabajó junto a McQueen durante 15 años y claramente tenía una conexión simbiótica con su visión tan particular, su género es su mayor activo y punto de diferencia, al menos en la forma en que dio forma al show de esta noche.” Disipada la sospecha original, una nueva pregunta se abría paso y, de repente, se trataba de una sumamente emocionante, ¿cómo se vería McQueen –una firma que partía muchas veces de lo oscuro, de las obsesiones y las tradiciones– bajo el mando creativo de una mujer?

En su debut, la diseñadora dio inicio al desfile con tres versiones de trajes sastre en blanco que sirvieron de transición, una especie de fade in a la era Burton y una clara referencia al savoir faire en sastrería que definía a Alexander McQueen el diseñador y, por supuesto, la marca.

Fue una colección en la que Sarah Burton exploró temas que obsesionaban a su mentor, como el paganismo, el folclor inglés y las tradiciones, pero principalmente, la naturaleza. Todo esto estuvo presente en estampados de inspiración botánica, siluetas orgánicas, vestidos románticos y elementos clave del universo de la marca como, por ejemplo, las mariposas.

Alexander McQueen Primavera-Verano 2011

Foto: Vogue Runway.

Alexander McQueen Primavera-Verano 2011

Foto: Vogue Runway.

Si bien solo fueron dos vestidos dedicados a este insecto, no pasaron desapercibidos, por su claro guiño a colecciones anteriores y por la maestría de su construcción.

Uno de los momentos en los que la mariposa cumplió su función estética y dramática en el archivo de Alexander McQueen fue en La Dame Bleue, colección de la temporada Primavera-Verano 2008, con aquel tocado de mariposas rojas (uno de los grandes candidatos en aparecer el día de la Met Gala 2024 como parte del look de alguno de los invitados) diseñado por Philip Treacy.

Alexander McQueen Primavera-Verano 2008

Foto: Vogue Runway.

Alexander McQueen Primavera-Verano 2008

Foto: Vogue Runway

¿Por qué el vestido de mariposas monarcas de Sarah Burton para Alexander McQueen está en la exhibición Sleeping Beauties: Reawakening Fashion del Met?

"Siempre me ha encantado la mecánica de la naturaleza y, en mayor o menor medida, mi trabajo siempre se basa en eso", expresó una vez McQueen. Teniendo en cuenta que este tema fue inspiración constante en sus diseños y también el hilo conductor de la exhibición de este año del Constume Institute del Met, tiene mucho sentido que la marca tenga presencia en ella.

Y qué mejor manera de hacerlo que con ese vestido de mariposas monarcas que formó parte del desfile debut de Sarah Burton. Hoy, esta colección tiene aun más valor histórico dada la salida de la diseñadora de la marca en 2023, luego de 13 años como Directora Creativa, durante los cuales cosechó muchos éxitos.

La elevada confección del vestido es también una razón para exhibirlo como una obra de arte: “Con un caparazón adornado de mariposas artificiales, este vestido con forma de reloj de arena se basa en costuras mínimas y está totalmente libre de huesos o soporte interno". Así está descrito en la página web del Museo Metropolitano de Nueva York que hoy sirve como su custodio al haberlo sumado a su colección permanente. Y continúa: "Los cientos de alas en trampantojo que revisten el fondo textil están compuestas de plumas meticulosamente cortadas, teñidas y pintadas, aplicadas a mano para emular el patrón distintivo de la mariposa monarca.”

Esta pieza será expuesta junto a un vestido diseñado por Charles James –conocido como el primer couturier estadounidense– como parte de ese diálogo entre el pasado y el presente que busca destacar la exposición y la constante metamorfosis que vive la moda, un concepto que, además, está muy ligado a la figura de la mariposa. Todo encaja.