Todo el mundo está esperando a Rihanna. Sí, a que lance un nuevo álbum y se pasee por los paparazzi para acaparar titulares, pero también a que aparezca en su propio evento. Anoche, la música convertida en magnate llegó nada menos que cinco horas tarde a la presentación del último lanzamiento de Fenty X Puma: unos tenis creeper de color tierra. (Se trata, por supuesto, de la misma mujer que programa sus entrevistas de portada para que tengan lugar a las 3:26 de la madrugada).
Y, sin embargo, este es precisamente el tipo de comportamiento megalómano que se espera —de hecho, se desea— de Rihanna, que es una de las pocas celebridades capaces de dejar a una buena parte de la prensa británica en la calle esperándola durante 5 horas. (Si algo ha enseñado la religión a la humanidad es a sufrir por tus héroes).
Pero también podría haber habido una razón para el retraso de Rihanna más allá de operar en su propio huso horario: “Me encanta hacer música en Londres”, declaró a Vogue en la alfombra roja de anoche, “Es lo que más me gusta hacer aquí. Es raro, pero siento que Londres me permite redescubrirme a mí misma, como si pudiera hacer cualquier cosa. No hay límites. No sé por qué, pero siempre he hecho la mejor música aquí, o al menos es donde he decidido cuál va a ser la dirección de mis álbumes”.
Cuando le pregunto a Rihanna —que va vestida con unos pantalones sastres desmesurados en el mismo tono caolín de los tenis Phatty que ha venido a promocionar— si se arrepiente de algo de lo que ha llevado en la alfombra roja, experimenta una repentina sacudida de déjà vu. “¿Por qué me pones en un aprieto como éste?”, exige, levantando un Balmain Jolie Madame hacia su cara y ahogando una risa incómoda. “Pero, Dios mío, era algo parecido a esto, lo cual es un poco irónico. Era un traje beige tostado que a todos nos gustaba tanto, pero el día que nos lo pusimos yo estaba como, 'Mmm, siento que parezco un repartidor de UPS', y eso no es lo que buscábamos. Al menos no para la alfombra roja”.
Dado que los tenis creepers son una piedra angular de la cultura emo, ¿podría Rihanna estar tramando una nueva estética alt-girl este 2024? “Soy Piscis”, dice, con una mirada enfática. “Siempre vamos a ser emo, esa es literalmente la definición de nuestro signo del zodiaco. Me gusta ponerme firme, trazar mis límites, pero también me gusta divertirme. Me gusta la yuxtaposición”.
Para sorpresa de absolutamente nadie, Rihanna considera que el vestido de Guo Pei que lució en la MET Gala de 2015 está entre sus logros de moda de los que se siente más orgullosa: “Nadie lo olvidará jamás y yo nunca olvidaré la sensación de descubrir a ese diseñador a partir del reto de diseño que me planteó Anna”, dice. “Y, ¿sabes qué?, nadie se esperaría esto, pero también están el crop top y la falda blancos de Stella McCartney, y el vestido de fiesta que me hizo para esa misma [MET Gala] con un escote muy pronunciado en la espalda”.
Aún menos sorprendente, en lo que se refiere a su look para la próxima MET Gala de 2024, Rihanna dice: “¡Voy a llevar algo Fenty! Fenty Beauty, Fenty Skin, Fenty Savage…” Sin embargo, será recatada: “He hecho tantas mierdas en mi vida. He mostrados los pezones, la ropa interior... Pero ahora, esas son las cosas que, supongo que como madre y joven madura —énfasis en joven— hay cosas que siento que nunca haría de nuevo. Como: 'Dios mío, ¿de verdad hice eso? ¿Mostré los pezones?”.
Artículo publicado originalmente en British Vogue, vogue.co.uk.
