En términos de moda, las marcas colombianas tienen de sobra para ofrecer. No esperaba menos en mi alucinante visita a la semana de la moda de Bogotá, la sede capital de un país con aroma a café, extensa geografía, amplia oferta gastronómica y diversidad cultural que envuelve a las manos artesanas que, día a día, tejen nuevas historias.
Esa es tan solo una pequeña premisa de la coyuntura que hace de Bogotá Fashion Week un imperdible punto de encuentro para los amantes de la moda latinoamericana. Cuatro días me bastaron para entender cómo las tendencias de Primavera-Verano vistas en las principales capitales de la moda, se entrelazan con las propuestas de las firmas de Colombia, aunque claro, siempre con el toque único de la mirada latina. Una que viene con el sello de regiones como Cundinamarca y de las mujeres bordadoras de Santander, que más allá de conversar sobre moda efímera, se enfocan en piezas con el poder de permanecer en el armario por más de una temporada.
Dicho esto, repasemos las propuestas de las y los diseñadores colombianos que nos han traído las prendas para tener de cara al verano hasta pasar del entretiempo al otoño-invierno. Y, sobre todo, tomemos inspiración para saber cómo llevarlas como toda una experta en moda.
¿Cuáles son las tendencias de la moda colombiana de acuerdo a Bogotá Fashion Week?
Esta temporada se tratará de dejar los hombros a la vista. Y qué mejor recibimiento al estivo que hacerlo con una blusa de escote halter cruzado. Sí, ese detalle de diseño que llevamos en los 2000 se ha hecho presente en la colección Lar de Sol de Pinkfilosofy, la marca que inició como una dupla entre Adriana Arboleda y Johanna Ortiz (y que actualmente dirige Adriana), reveló cómo es el vestido de estampado floral para llevar todo el verano. Se trata de una tendencia que coincide con las propuestas de la colección Zingara de Andrea Landa, la diseñadora que tiene una habilidad inigualable para crear prendas fluidas y multifuncionales, que ha llevado a la pasarela en una propuesta de blusa larga en tono verde olivo perfecta para llevar por encima de un pantalón.
Tan vigorizante como elemental para la temporada en la que el calor acecha, el color naranja no solo es el protagonista de las pasarelas de la moda de Nueva York, Milán, Londres y París, sino que también se posiciona como la tonalidad a tener en el armario desde la sede capital de Colombia. Para lucirlo no hay piezas que se puedan excluir. Desde un vestido de día, como lo propuso la diseñadora Carolina López al frente de Cala de la Cruz en su colección Sonne con un diseño que evoca los recuerdos del atardecer, hasta Pinkfilosofy con una propuesta sin estampados.
Por su parte, Francesca Sesana Arbeláez, la diseñadora colombiana con influencia italiana de A Modo Mio que presentó la colección Cambio de piel, hizo del color naranja parte de su narrativa con los estampados que propuso en trajes con un giro inesperado en las siluetas, ¡de nuevo con atención hacia los hombros!
Las referencias de la libertad y la comodidad vienen también de la mano de A Modo Mio con la propuesta de llevar faldas sobre pantalón. Así las superposiciones se transforman en una manera versátil y funcional de vestir. Esta tendencia viene resonando desde las propuestas del street style de diferentes capitales de la moda y una manera elegante de llevarla será en un look monocolor. Por cierto, los tonos claros siempre serán una apuesta segura para vestir en eventos de día.
Por su parte, Maz Manuela, vuelve a lo fundamental y a lo tradicional con su colección que incluye la tendencia de llevar otra forma de estilizar un vestido por encima de un pantalón.
Un vestido negro, siempre, siempre, será un arma secreta de estilo entre las mujeres que buscan practicidad sin dejar de lado la sofisticación. Andrea Landa lo trae a la pasarela en una propuesta con movimiento y flecos en el bajo a juego con joyería dorada. Por su parte, Sug-Urbano hace una estrada triunfal a las tendencias con una interpretación con fruncidos, el detalle de diseño que este 2023 se lleva también en blusas y pantalones.
En esta y la siguiente temporada, no habrá persona que pueda escapar del rosa. Se trata de una tendencia que se asoma como un claro reflejo del Barbiecore, que incrementó su influencia desde que se revelaron las primeras imágenes de la próxima película de Greta Gerwig.
Desde la semana de la moda de Bogotá, firmas como Waimari, de las diseñadoras Stephanie y María Catalina, además de Atelier Crump de Diana Crump, han traído esta estética a la conversación con estilismos perfectos para diferentes momentos del día. Para iniciar un evento de fin de semana, bastará con poseer un vestido con motivos bordados y detalles cut-out a juego con el calzado protagonista de la temporada: unas sandalias de tacón de lazos, como lo propone uno de los modelos de la diseñadora Laura Cepeda.
Frente a las blusas de cuello clásico, las de escote de caída asimétrica tomarán un lugar especial. A Modo Mio y Andrea Landa coincidieron. En esta ocasión, los colores neutros continúan la narrativa de elegancia eterna y se interpretan en diferentes tejidos que abarcan incluso el cuero.
Dejar la lencería a la vista es quizá una de las tendencias más iterativa de las últimas temporadas. ¿Lo más sorprendente? Hay muchas maneras de lograrla. Desde la más discreta hasta la más creativa. Jorge Duque en su colección Discurso lo revela a través de un vestido de cortes seductores y bustier que se transforma en una distintiva silueta de corsé.
Por otro lado, la colección Hilos de Waimari hace notar esta forma de vestir (con reminiscencias a los 90 y los 2000) con un vestido negro tejido en donde las transparencias se hacen evidentes.
Más que una tendencia, vestir de blanco de pies a cabeza también es una manera de expresar serenidad frente a un mundo donde el ritmo apremia cada uno de nuestros pasos. Se trata de un estilismo que puede adoptar diferentes posturas. En su colección Faith & Devotion, Camilo Franco lo lleva al Y2K con una propuesta de falda larga en denim blanco con imponente caída a juego con una chaqueta corta.
Por otro lado, el quiet luxury reclama su lugar en Pinkfilosofy y una propuesta de vestido túnica con el que también se deja asomar la tendencia de llevar vestido sobre pantalón. En ambos casos, unos zapatos de plataforma alta elevaran, literalmente, todo el estilismo.
Algunas de las propuestas más evidentes de diseños cut-out llegan de la mano de Sug-Urbano, la marca divergente y atemporal del diseñador José Julián Guerrero, que trabajó su colección Renacer con la mirada puesta en los cortes tanto militares como futuristas.
Para los lugares más cálidos, la diseñadora Laura Aparicio define la elegancia moderna con un diseño de corte en el abdomen a juego con botas y sombrero de tintes vaqueros.
Finalmente, aterrizamos en una de las tendencias que más definen a la generación Z. Se trata de las prendas cargo que se distinguen por sus grandes bolsos colocados en los laterales de pantalones anchos, aunque también en blusas y chaquetas. Vestir en clave cargo, más que una tendencia, es un estilo de vida que apuesta por la comodidad bajo una apuesta de vanguardia.
Como mencioné a lo largo de este texto, cada una de estas tendencias dictadas por las marcas colombianas que escriben el presente y futuro de la moda, podrán ser adoptadas a lo largo de todo el 2023, y más allá.
