Killers Of The Flower Moon promete ser la película más incierta de Martin Scorsese

La nueva cinta de Martin Scorsese está protagonizada por Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y Lily Gladstone.
Killers Of The Flower Moon en Cannes 2023
Killers Of The Flower Moon. Melinda Sue Gordon/Cortesía de HBO. 

Después de más de seis décadas de una carrera brillante e indetenible, hay ciertas cosas que uno espera de las películas de Martin Scorsese, Killers Of The Flower Moon no es la excepción.

Por lo general sabemos que sus películas nos mantendrán lleno de angustias. Historias contadas a una escala épica y emocionante: negocios turbios que culminan en estallidos de violencia escandalosa y que suelen llevar a nuestro protagonista a una escena judicial vertiginosa; y un protagonista a menudo interpretado por Leonardo DiCaprio o Robert De Niro.

En este sentido, el último thriller policíaco de Scorsese titulado Killers Of The Flower Moon, una adaptación de tres horas y media del best-seller de no ficción de David Grann, resume todo de gran manera.

La cinta combina todo lo anterior y, al mismo tiempo, desvía la mirada los típicos luchadores irlandeses-americanos de la Costa Este, hacia una comunidad muy diferente, en una parte muy distinta del país: Nos referimos a las resilientes mujeres indígenas de la Nación Osage, en el noreste de Oklahoma.

La acción comienza en la década de 1920, en una época en la que el pueblo Osage era, sorprendentemente, uno de los más ricos del mundo per cápita. Se descubrió petróleo bajo sus tierras y se habían cosechado los beneficios. Los habitantes vestían pieles, compraban extravagantes joyas y se paseaban en Rolls-Royce, muchos de ellos conducidos por chóferes blancos con gorra.

Entre estos últimos se encuentra Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio), un veterano de guerra que ha regresado recientemente a la zona para vivir con su tío, Bill Hale (De Niro), un ganadero que se hace pasar por aliado de los Osage, pero que está empeñado en hacerse con una parte sustancial de su inmensa fortuna.

Este le indica a su sobrino la dirección de Mollie Kyle (Lily Gladstone), una enigmática miembro de la comunidad indígena estadounidense que enseguida se siente atraída por Ernest. Pronto se casan, pero a Mollie le sobreviene la desgracia luego de esta decisión: Una serie de ricos miembros de la tribu Osage, incluidas sus propias hermanas, son asesinados en circunstancias misteriosas. No hay pistas; y la propia Mollie empieza a debilitarse por la diabetes, y sus inyecciones regulares de insulina (administradas por Ernest, por supuesto) no hacen más que empeorarla.

Mollie interpretada por Lily Gladstone con Ernest, el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio en Killers of the Flower Moon.

Cortesía de HBO. 

En el último tercio de la película, Tom White (Jesse Plemons), un Ranger de Texas convertido en agente del FBI, llega al condado de Osage para investigar estos crímenes, pero sigue siendo una figura externa a toda esta dinámica. El meollo de la historia no es el misterio en sí (ya desde el principio tenemos nuestras sospechas, que se confirman rápidamente), sino la espinosa relación que surge entre Ernest y Mollie, que parecen amarse y temerse a la vez.

A medida que él empieza a hablar la lengua de los Osage, a vestirse como ellos y a integrarse en su comunidad, se vislumbran destellos de su tormento interior, entrelazado con su codicia y su sentido de la injusticia. Ella, por su parte, lo identifica desde el principio como un cazafortunas, pero aun así se siente encantada por él. Luego, cuando se debilita bajo sus cuidados, se aferra a él, y no está claro si entra en negación o si intenta, de algún modo, hacerle cambiar su comportamiento o si ella es totalmente inconsciente de que él la está perjudicando.

Leonardo DiCaprio juega con estas ambigüedades de forma magistral, captando tanto la naturaleza intrigante de Ernest como su desdicha. Robert De Niro también resulta fascinante como un intruso cultural que parece no ver contradicción alguna entre su aprecio por la comunidad Osage y sus tradiciones, y su profundo deseo de eliminarlos por completo.

Sin embargo, ambos veteranos se ven eclipsados por Lily Gladstone. La actriz, más conocida por su cautivador papel en la cinta Certain Women, de Kelly Reichardt brilla en pantalla. Como actriz revelación le aporta al personaje de Mollie una poderosa e imponente quietud, serenidad y, más tarde, una profunda angustia. Siempre está callada y atenta. Sus ojos y el casi imperceptible surco de su ceño lo dicen todo, incluso durante sus prolongados silencios. Y cuando habla, finalmente, todo lo demás pasa a un segundo plano. En 2024, es posible predecir una nominación al Óscar (si no una victoria) garantizada.

Y es poco probable que sea la única estatuilla que se lleve la película: parece preparada para ser una de las candidatas a Mejor Película, y también debería ser recompensada por su arrolladora fotografía, su lujoso diseño de producción y su meticuloso vestuario, todo lo cual ayuda a crear un mundo que se siente texturizado y real; un mundo en el que quieres pasar más tiempo.

Y esa es la cuestión: A pesar del peso de su temática, Killers Of The Flower Moon, también puede ser muy divertida. Cuando conocemos por primera vez a los Osage, aparecen en pantalla montajes de su privilegiado estilo de vida, acompañados de una banda sonora alegre. Vemos a algunos haciéndose retratos, con un aspecto sombrío y regio; a otros espantando a los fotógrafos blancos que quieren ganar dinero; y más tarde, a un grupo de mujeres Osage cotilleando alegremente sobre sus amantes.

Por encima de todo, es un auténtico placer ver a tantos actores nativo-americanos, muchos de ellos Osage, viviendo una vida plena en la pantalla antes de que la tragedia se apodere de ellos. (Cara Jade Myers, en el papel de una flapper renegada y pistolera, es la cereza del pastel).

El Ernest de DiCaprio con el Bill Hale de Robert De Niro.

Melinda Sue Gordon/Cortesía de HBO. 

Cabe añadir, por supuesto, que la película no es perfecta: Su larga duración se siente pesada, especialmente en el tercer acto; hay demasiado gore innecesario, en algunos casos a costa de mujeres nativas. Una breve aparición de Brendan Fraser como el abogado WS Hamilton parece pertenecer a una película totalmente diferente; y hay una escena en la que Leonardo DiCaprio es azotado que seguramente dará que hablar a los espectadores, pero que parece extrañamente fuera de lugar. Aun así, el producto final es lo bastante impresionante como para pasar por alto todos sus defectos.

Parte de ello se debe también al final: En lugar de un epílogo escrito en el que se explica lo que les ocurrió finalmente a todos los personajes, se nos muestra un epílogo interpretado como parte de una obra radiofónica sobre crímenes reales en la que se incluye (como ya es costumbre) un cameo con Scorsese.

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El director tiene la costumbre de aparecer en su propio trabajo, pero esta aparición es menos un guiño chistoso y más una representación seria y sincera, y por ello se siente aún mejor. Si esto es una señal de lo que está por venir en la carrera del legendario cineasta (es decir, una expansión más libre y sensible de su dirección y posible carrera en la actuación), estamos impacientes por ver qué será lo próximo.

Killers of the Flower Moon estará en los cines a partir del próximo 6 de octubre, y podrá verse en todo el mundo a través de Apple TV+.

Artículo originalmente publicado en Vogue UK, vogue.co.uk.