Elina Chauvet (Casas Grandes Chihuahua, México, 1959) estrena ‘La Promesa’ en la galería Adhesivo Contemporary en la Ciudad de México. Su obra-instalación ‘Zapatos Rojos’ ha recorrido varios continentes con un mensaje lleno de poder, reflexión y violenta realidad. Ahora es el momento de ver otros formatos en acción.
Chauvet, responsable de los vestidos blancos, con contundentes bordados rojos, que aparecieron en la portada del mes de noviembre de Vogue México y Latinoamérica –los mismos que presentó la diseñadora Maria Grazia Chiuri, al final de la colección Dior Crucero 2024– nunca había tenido una muestra individual en su país, el México que le inspira y que cuestiona.
Edith Vaisberg, galerista y curadora de Adhesivo Contemporary, nos invita a adentrarnos en el mundo de Elina Chauvet con un solo show: ‘Antes de entender ‘La Promesa’ debemos recordar ‘La Confiaza’, una obra muy importante de Elina que honra el trabajo y la vida de Pippa Bacca. Nada en el trabajo de Elina Chauvet es casual. Maria Grazia [Chiuri] conoce su obra desde hace unos diez años, luego de una instalación de ‘Zapatos Rojos’ en Milán’. A Elina le dieron completa libertad creativa y fueron los curadores Herve Mikaeloff y Elise Roche quienes nos pusieron en contacto. Ahí me di cuenta de que había muchas cosas para Elina que eran primera vez: Su primera muestra en México se convirtió en una responsabilidad, en algo necesario. Su activación ‘Zapatos Rojos’ es algo que nos marca; pero también es necesario conocer más de la artista, de su obra, de su voz’.
En exclusiva, para Vogue México y Latinoamérica, fue la misma Elina Chauvet quien nos permitió navegar por esta primera muestra individual y por su gran regreso a la pintura:
Vogue: Cada vez que ‘Zapatos Rojos’ ocupa un espacio en el mundo, lo hace de forma distinta, aunque conserva el mismo precepto. ¿En qué van esas diferencias?
Elina Chauvet: El concepto es el mismo. El corazón de la obra es el mismo. Es posible ver cómo activa a todos de una manera similar. Las variaciones existen, claro está, pero ‘Zapatos Rojos’ se ha convertido en un símbolo, y ya yo como artista ni lo controlo. La instalación ya se convierte en algo del dominio público y hacen cosas increíbles. En muchas ciudades, por ejemplo, ya no es la instalación lo que importa, es más un símbolo y ahí prevalece el mismo mensaje. Hace unos años vi que en Guatemala, algunas madres de víctimas del feminicidio, hicieron una instalación en la calle con el símbolo de los zapatos y llegó la policía a reprimirlas. Eso te permite ver como cada obra impacta y repercute en el lugar, ahí está la interpretación; más allá de si tiene mi certificado de autenticidad o no.
¿Y qué marca este nuevo capítulo con ‘La Promesa’ en Adhesivo Contemporary?
A veces me cuestionan los títulos. Cuando empecé con ‘Zapatos Rojos’ me dijeron que por qué era tan obvia. Pero justamente es eso, no quería que a la gente se le olvidara el mensaje. Esa era una pieza que iba a llegar a una comunidad, y después pasó por todo todo el mundo; necesitaba ser clara, contundente, universal.
Ahora con ‘La Promesa’ sigo bajo la misma idea de la violencia, del feminicidio, que es de donde parte mi obra. Y al analizarlo me doy cuenta de que todo parte de una promesa.
A veces es una promesa de ambos, del compromiso de vivir juntos, de comprometernos… Esa famosa epístola de Melchor Ocampo de cómo debía ser la manera correcta de formar una familia, que incluso decía ‘prometo cuidarte…’ Todo aquello era una promesa. Y como muchas, en el camino se olvidan por completo.
El rojo sigue presente, ¿qué ha significado este color en su obra?
Lo primero, y es algo que queda claro, es que cuando hablo del color rojo me refiero a la sangre. Pero ahora te pregunto yo, ¿qué hay en la sangre? Hay vida, sí, hay vida y todo lo que eso implica: Tus antepasados, todo lo que hay en tu sangre que pasa de generación en generación. Cuando veo el rojo, así, en su absoluto, es violencia y dolor. Pero fíjate como el amor lo pintamos de rojo, es un corazón rojo. Así que todo eso es el rojo para mí.
Se ha dicho que los formatos la escogen a usted y no usted a los formatos. ¿Cómo es el proceso de creación de Elina Chauvet?
Puedo relacionarlo con el feminismo, me escogió cuando mi hermana muere víctima de la violencia doméstica. Yo empezaba a pintar en ese momento y fue como un parte aguas. Mis primeras obras, las pinturas de esos años, eran para sacar el dolor, eran una forma de expresarme. Eso me llevó a un proceso de reflexión, de escuchar la historias de otras mujeres y me puso como un mapa enfrente, en el que empecé a ver la manera de plasmar estas historias.
En su trabajo también hay un énfasis en lo artesanal y en las manos de las mujeres
Siempre me ha interesado el tema financiero y cómo afecta a las mujeres. ¿El porqué las mujeres tenemos menos dinero que los hombres?, ¿por qué existe esta desigualdad? La respuesta podría simplificarse, entre otras tantas cosas, con el tiempo que dedicamos al hogar, a la limpieza, a la atención, al cuidado de otros, y eso no nos genera ninguna economía. Y por eso vuelvo otra vez al tema de las revistas, que por años nos tuvieron limpiando, bordando, buscando todo para que nos quedáramos en casa trabajando y sin un peso en la bolsa.
Esto me lleva a un viaje que hice por Italia y allí me encuentro con estas piezas, maravillosas, bordadas, muy antiguas, que costaban solo 1 euro. Estamos hablando de un trabajo artesanal, hecho por alguna abuela, hace 50 años o más y que probablemente le tomó cientos de horas a las manos que las realizaron. Y eso para mí fue un reflejo de la desvalorización del trabajo de la mujer. Como artista ahora reivindico ese trabajo y le doy un valor; además, juego con temas como la sutileza y el amor, versus la rudeza del mensaje que tiene bordado cada pieza. Un ejemplo: ‘Grito porque estoy en mi casa’, sobre uno de estos tejidos hechos a mano.
Hablemos de ‘Tom’, ¿quién es realmente este personaje?
Tengo mucho sentido del humor. Después de lo de mi hermana me partí en dos, pero traté de reconstruirme como una suerte de Frankenstein, tomé pedazos de aquí y allá (los más buenos y hermosos) de la vida. ‘Tom’ son todos los hombres. Eres tú, cuando te ves reflejado en lo que haces. Entonces ‘Tom’ fue creado para que muchos ‘Toms’ reflexionen. Las mujeres ya lo sabemos, ya lo vivimos, lo experimentamos. Son los hombres los que deben aceptarlo y reconocer que ‘esto que estoy haciendo está mal’. Si no te confrontas vas a seguir ahí, estancando en una sociedad a la que le urge cambiar y evolucionar. Tenemos que preguntarnos ‘¿por qué la violencia de los hombres?’, ‘¿por qué todo lo resuelven con violencia?’.
¿Qué necesitan ser las revistas de moda en el contexto actual?
Quiero aclarar que no tengo nada en contra de las revistas, ni del trabajo que hacen. Hace falta quizás entrar un poco más en el análisis. Es cierto que la estetización es importante, no lo niego, pero tiene que haber más, una reflexión sobre el feminismo, sobre la mujer. Por ejemplo, yo desde mi espacio, o Maria Grazia Chiuri, desde el suyo, ambas nos atrevemos a compartir este mensaje de que ‘la lucha de las mujeres es para toda la humanidad’ y no solo para las mujeres.
¿Y qué es el feminismo en 2023 para Elina Chauvet?
Sin memoria no podemos cambiar. Sin memoria seguiremos repitiendo el pasado. Yo creo que ‘Zapatos Rojos’ en sí no cambia mucho de lo que ocurre a diario, pero sí puede hacer que las personas cambien o reflexionen sobre sus actitudes. Cuando inicié con esta obra no existían las movilizaciones que hemos tenido en los últimos años. Hay muchos tipos de feminismo y te confieso que luego del desfile de Dior, hablando con mi arte del serio problema que tenemos en México, ante los ojos de todo mundo, hubo quienes me criticaron a través de las redes sociales; en lugar de ver lo que decía cada vestido y lo que representaba. Apelo a la memoria, a la reflexión.
‘La Promesa’ de Elina Chauvet en Adhesivo Contemporary. Desde el 16 de noviembre 2023. Dirección: Calle Ignacio Esteva 51b, Colonia San Miguel Chapultepec. 11850. CDMX. Instagram: @adhesivocontemporary.
