‘La mandíbula realiza unos 10.000 movimientos al día, lo cual puede someterla a una tensión importante’, afirma Charlotte Mernier, osteópata y fundadora de My Osteo London.
Además, es posible que hayas notado que aprietas los dientes durante el día, rechinas los dientes por la noche, padecimiento conocido como bruxismo, o experimentas tensión en la cabeza y la mandíbula gracias al estrés. Aunque no se puede escapar del estrés de la vida cotidiana, se puede limitar su impacto en la mandíbula con una simple rutina de ejercicios. La masticación es posible gracias a cuatro músculos principales (masetero, temporal, pterigoideo medial y lateral); los siguientes ejercicios se centran en estos músculos para obtener una relajación y un bienestar inmediatos. Además, ayudan a reducir los dolores de cabeza, los acúfenos y la tensión cervical.
Sigue leyendo para conocer cómo relajar la mandíbula para evitar el bruxismo en 5 ejercicios fáciles de hacer:
¿Cómo relajar la mandíbula?
- Coloca el dedo índice delante de la boca.
- Respira profundamente por la nariz.
- Infla las mejillas y sopla un pequeño chorro de aire por la boca. El principio es el mismo que el de inflar un globo.
- Repite la operación 3 veces.
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- Coloca la punta de los dedos sobre las sienes.
- Para comprobar que estás tocando el músculo temporal, aprieta los dientes para notar si el músculo se contrae bajo tus dedos.
- Masajea suavemente la zona con movimientos circulares. Aumente gradualmente la presión.
Continúa durante 5 minutos.
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- Localiza el pómulo.
- Coloca las yemas de los dedos debajo (en la parte blanda de las mejillas). Para comprobar que estás sobre los músculos maseteros, aprieta los dientes y sentirás que los músculos se contraen bajo tus dedos a ambos lados.
- Masajea suavemente la zona con movimientos circulares. Aumenta gradualmente la presión.
- Continúa durante 5 minutos.
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- Localiza el ángulo de la mandíbula.
- Coloca el pulgar o el índice dentro del ángulo.
- Masajea suavemente la zona deslizando los dedos, mientras impulsas la mandíbula hacia delante.
- Continúa este masaje hasta que sientas que la zona se relaja.
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- Con la mano opuesta a la mejilla, coloca el pulgar dentro de la boca. El resto de los dedos descansan sobre la mejilla; el índice debe estar delante del lóbulo de la oreja.
- En el interior de la boca, masajea con el pulgar de delante hacia atrás. Los dedos de la parte exterior de la boca hacen lo mismo, masajeando de adelante hacia atrás.
- Repite durante 10 segundos en cada lado.
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Artículo publicado originalmente en Vogue Francia, vogue.fr.
