Dulce María está de vuelta con ese Rojo Rebelde en la portada de Vogue Belleza

Dulce María regresa a los escenarios con su melena teñida de rojo, símbolo de fuerza, pasión y rebeldía. La actriz y cantante mexicana protagoniza la portada de Vogue Belleza.
dulce maria en portada de vogue belleza septiembre 2023
Karla Lisker.

Han pasado tantos años que apenas lo recuerdo. Una amiga llevó a mi casa un video de los conciertos de RBD en el que hablaban de lo que ocurría detrás de los escenarios y, entre las muchas cosas que decían, en mi memoria quedó plasmado cómo Dulce María, esa mujer de melena color fuego con una voz que encaja a la perfección con su propio nombre, era la más introspectiva del sexteto que entre 2004 y 2008, cuando el grupo quedó disuelto, marcó a toda una generación.

Pasaron más de diez años, pero el esperado reencuentro del que tanto se habló por fin tuvo lugar en este 2023. El pasado 25 de agosto, en el Sun Bowl Stadium de El Paso, Texas, el grupo comenzó una gira que tendrá su punto y final en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. Nos reunimos con Dulce María y con esa voz que tantas veces escuché en la telenovela (tanto que siento que ya había platicado con ella con anterioridad) a escasas fechas del comienzo del tour. Estamos en una sesión fotográfica, larga, y se le ve cansada, aunque es difícil notarlo si no sabes que estuvo trabajando durante horas. Es como si el tiempo nunca hubiera pasado.

Saco de Hermès; collar de Bulgari.

Karla Lisker.

Nuestra conversación tiene un hilo conductor: el antes y el ahora, el pasado y el presente. Y es que la gira de RBD llegó, como una ola, tres años después de dar a luz a su hija María Paula. ‘Tras ser mamá de una niña, a veces cuesta reconocerte y no sabes qué va a ocurrir. Estoy en ese momento de abrazar, porque de repente llegan oportunidades que son gigantes o momentos que no se repiten’. Se refiere, por supuesto, a un reencuentro que apenas el año pasado seguía pareciendo improbable. Lo confirma tras preguntarle sobre su participación en el 2000s Pop Tour, un show que marcó su regreso a los escenarios con canciones de RBD: ‘En ese momento ni por aquí me pasaba que se iba a hacer el tour’, cuenta, aún sorprendida por la reacción del público, haciendo un ademán con su mano. ‘La gente se volvía loca, iba con el pelo rojo, las mechas, sus corbatas, los sacos… ¡Ya iban superrebeldes! Yo dije: Lo quieren revivir, de verdad les urge un reencuentro’, recuerda riéndose.

Dulce María no es esa joven ruidosa e intempestiva a quien muchos recordarán como Roberta Pardo en la telenovela de 2004 que desencadenó el fenómeno RBD. Habla con cierta vulnerabilidad y, al contrario que su personaje, que vertía todo hacia el exterior, se nota que pasa mucho tiempo dentro de su mente. ‘Hay muchas cosas que yo le presté a Roberta y que ella dejó en mí’, comenta. La sensibilidad que la ha llevado a escribir canciones desde los 11 años se hace aún más evidente cuando le pregunto cómo se siente. No como una pregunta de trámite, sino porque disfrutar de un sold out en múltiples estadios de Estados Unidos y Latinoamérica no es algo que suceda todos los días. ‘[Estoy] muy nerviosa. Aquí, entre nosotros, les cuento que no me gusta nada bailar, no me gustan las coreografías. Bailo desde niñita porque estuve en Plaza Sésamo, en Jeans, en Clase 406, en Rebelde y siempre he tenido que aprender coreografías, pero no es algo que me salga de manera natural. Al final lo disfruto y doy lo mejor de mí, pero me costó mucho trabajo. Después de estar tan alejada, si me equivocó, pues ya sabrán’, bromea.

Saco de Sportmax; cinturón de Kate Cate.

Karla Lisker.

Vale la pena recordarlo: Dulce María es una artista con tablas. Trabaja desde los cinco años, así que los escenarios y la composición no son extraños para ella. Con RBD escribió canciones como Quiero poder y Más tuya que mía. ‘Esa canción [Más tuya que mía] habla de una relación muy tóxica. Creo que es muy representativa, porque es justo lo que no buscamos. En ese momento, por supuesto que no lo entendía, pero ahora, con todo lo que he vivido, me doy cuenta de que una tiene que ser suya, no de nadie más, y ya entonces compartir tu camino. Cuando tú estás bien, cuando tú te amas, cuando te abrazas’. Si antes le cantaba al amor y al desamor (en el sentido más romántico), ahora le canta al estar viva con canciones como Origen, perteneciente al álbum homónimo lanzado en 2021. ‘Poder escribir sobre otras cosas fue gracias a la estabilidad emocional; eso me cambió mucho. Casarme y comenzar una familia me dio una estabilidad muy diferente, también en la parte creativa. Me dio energía para hacer otras cosas’.

Incluso con esta experiencia, la nostalgia y la incertidumbre hicieron de las suyas en la preparación de cara a los conciertos. ‘Volver a interpretar canciones que hace 15 años que no cantábamos ha sido una experiencia fuerte. Te mueve emociones que ni sabías, te acuerdas de cosas, afloran miedos. No tengo 18 años ni 21 como antes, ya estoy en otra etapa, ya soy mamá. Siento que me hace falta ese tiempo de dedicarme sólo a mí. Probablemente, después de este tour me lo dé’.

Dulce María luce camisa y corbata, ambas de Prada; anillo de Chopard.

Karla Lisker.

Pronto me doy cuenta de que el punto más luminoso de toda esta experiencia es la conexión que hay entre los integrantes de RBD. Dulce María, Anahí, Maite Perroni, Christian Chávez, Christopher Uckermann e incluso Alfonso Herrera –quien no forma parte de este reencuentro– hablan en cada entrevista con auténtico afecto sobre el pasado, y esta no es la excepción. ‘Cuando estamos juntos, es como si no hubiera pasado el tiempo. No porque seamos los mejores amigos, sino porque nos conocemos tan bien que hay un cariño de hermandad, de familia. Después de 18 años de madurez y crecimiento, podemos abrazar mucho más nuestras diferencias y eso es algo muy importante: somos diferentes, pero tenemos ese respeto y podemos coexistir sin etiquetas y ser un solo grupo, con sus personalidades. Siento que así debería ser el mundo, sin etiquetas y abrazando nuestras diferencias’.

Esta conexión se extiende al público. Cuando la cantante habla sobre los fans del grupo, revela una reciprocidad real. ‘Estoy muy emocionada y agradecida por el amor y el cariño de toda la gente. Me da mucha emoción verlos. Ya son dos generaciones, porque llega público más grande que yo, de mi edad y otros que son chiquitos que nos conocen. Ahí se van uniendo generaciones, y eso es maravilloso’.

Dulce María viste saco de Massimo Dutti; medias de Falke; zapatos de Miu Miu; anillos de Gala is Love.

Karla Lisker.

En los próximos meses, RBD le cantará a esos adolescentes y preadolescentes que crecieron sin saber que una canción como Tras de mí les hablaría sobre el paso del tiempo y tomaría un acento muy sentimental ahora que muchos están en sus 30. Dulce María se declara abiertamente nostálgica y entiende de dónde viene esta sed de volver a escuchar al grupo en vivo. ‘En su momento, Rebelde fue muy grande, muy fuerte y muy bonito, pero siento que ahora todo se ha está duplicado por la nostalgia. Conecta a mucha gente con sus momentos felices’.

Lo que dice es verdad. En mi lista de momentos felices guardo la primera vez que vi a RBD en el Teatro Metropolitan, también cuando convencí a mi mamá de teñirme del mismo rojo que Roberta a los 13 años. Difícilmente hubiera creído que estaría entrevistando a su intérprete a mis 29, quien ahora luce el tono Rojo Dulce de Garnier, la firma de belleza con la que inmortalizó este tinte en 2005, que antes fue conocido como Rojo manzana (con el código 6660, para que sea imposible perderlo) y que es parte de una campaña con la que se identifica perfectamente: Rojo Rebelde. ‘El rojo icónico es una parte de mí que existe, que existió y que está en los corazones de mucha gente’. Lejos de ser una frivolidad, el tono de cabello de la cantante habla de su propia historia. Como pelirroja, Dulce María conoció la cumbre del éxito al lado de RBD; como castaña, se dedicó a su carrera como solista, se casó y se convirtió en madre. ‘El rojo significa fuerza, empoderamiento, diferenciación, poder abrazar quién eres, tus diferencias y tus imperfecciones para ser la mejor versión de ti misma. No sólo hablo del pelo. Me refiero a la etapa en la que estoy, buscando el equilibrio entre ser madre, mi familia, que es lo más importante, mi salud y estar tranquila emocionalmente’.

Nuestros recuerdos también nos llevan a hablar sobre la moda de RBD. No puedo evitar preguntarle qué piensa cuando ve esas imágenes que hay en Internet y que retratan la estética tan distintiva y arriesgada del grupo; con la misma franqueza que ha distinguido toda la conversación, Dulce responde entre risas: ‘pasamos por varias etapas. Al principio nos hicieron un look donde todos estábamos más o menos del estilo y después cada quien estábamos vestidos como queríamos’, esto también habla de la autenticidad del grupo, como ella lo señala, ‘¿Pero sabes qué es la magia de eso? Que no había mucho uniforme, más que el uniforme de Rebelde, cada quien estaba vestido muy en su estilo. Hay looks que yo digo ‘¡Dios mío! ¿Por qué?’ Hay looks muy locos que de pronto ves que están regresando. Los tops, los bras de fuera, las manguitas, el pelo rojo, también usaba mucho el Peace & Love, hay muchas cosas que digo ‘qué padre que sigan permeando ahora’.

Dulce María luce camisa y corbata, ambas de Prada; anillo de Chopard.

Karla Lisker.

En la parte final de nuestro encuentro en San Miguel Chapultepec, hablamos sobre cómo se fusiona su personalidad apacible con una tan diferente como la de Roberta y su respuesta revela que aquello que Dulce María le prestó al personaje que tan lejos la llevó, fue su fortaleza. ‘Quiero poder coexistir con los valores que tenía Roberta, sin una armadura de dureza o una coraza, poniendo límites, diciendo que no, alzando la voz. Creo que es algo que también nos falta como mujeres. Estamos trabajando en eso, pero hay que seguir haciéndolo’.

Al preguntarle sobre qué sigue después de la gira, responde con absoluta sinceridad que no lo sabe. Lo que sí nos dice es que hay nueva música en camino, una canción que llevará por nombre ‘Gracias’, pero al menos por ahora, sólo puede vislumbrar un futuro que vibra en color rojo y en el que las multitudes cantan ‘y soy rebelde, cuando no sigo a los demás…’.


En este reportaje: peinado, Manuel Oliva; maquillaje, Ana G de V; manicura, Lemon Beauty Lab; realización, Karina González; asistente de foto, Juan Ricardo Álvarez Díaz; asistentes de moda, María José Gonzálvez, Pablo Padres y Paola Chedraui; asistente de maquillaje, Daniela Méndez.