Cuando se habla del cine contemporáneo y sus mayores representantes, es cada vez más difícil pasar por alto el nombre de Diego Calva. El actor mexicano que se ha ganado el título de estrella en ascenso, ha cautivado a la audiencia con su magnetismo natural y talento actoral, navegando sin esfuerzo a través de épocas, personajes y narrativas. El carisma que emana en la pantalla se hace evidente también en persona, mientras platica con orgullo de sus logros y proyectos con una humildad con la que entendemos por qué ha llegado tan lejos.
Diego Calva ha trabajado tanto en cine como en televisión, con reconocidos papeles como el de Arturo Beltrán Leyva en la serie Narcos: México, de Netflix, moviéndose por los distintos medios con naturalidad. ‘Cada proyecto es diferente. Yo pretendo volverme todoterreno y poder trabajar con distintos medios, proyectos y directores. Estamos en un momento donde el mundo audiovisual hace un pacto con la industria; un pacto entre la expresión y el negocio. Muchas veces logro vincular esas dos cosas’. Sin embargo, el papel que más le ha dejado huella fue el de Manny Torres (un aspirante a la industria del cine en la década de los años 20) en Babylon, por los paralelos que encontraba entre él mismo y su personaje.
El revisitar la época del cine mudo, que Calva había estudiado en la escuela, fue una oportunidad de sumergirse en aquel contexto, maravillándose mientras se percataba de que los pioneros del cine lo fueron haciendo a prueba y error; sin haber estudiado guionismo, ni dirección, ni actuación; pero con el común denominador de buscar un medio de expresión. ‘Trabajar con Damien Chazelle obviamente era algo enorme’.
Pero lo que más me llamó [del proyecto] fue el amor de Manny por el cine. ‘Revalorar esa época del cine me ayudó a reafirmar lo que hago y por qué lo hago; [somos] humanos buscando expresarse, unos detrás de una cámara y otros frente a ella’. De la mano de reconocidas figuras del medio actoral como Margot Robbie y Brad Pitt, el salto del mexicano de 31 años de edad a Hollywood fue pivotal para su carrera. ‘Babylon ha sido como una estampida, ha cambiado mi vida’, asegura Calva, después de una nominación al Globo de Oro y los brazos abiertos con los que Hollywood y su público lo recibieron. Y como buena estrella en ascenso, los proyectos a futuro del actor son varios.
Desde su primera grabación en España, con la que entra al universo de Bird Box, popularizado por Sandra Bullock, con un elenco local del país europeo que incluye a Lola Dueñas y Mario Casas en Bird Box Barcelona; la grabación de Midnight Family, la primera serie de Apple TV con contenido, elenco y crew completamente latino; hasta su permanencia en la meca cineasta estadounidense con On Swift Horses, de Daniel Minaham, compartiendo créditos con ‘los chicos cool de Hollywood’, como él los apoda, tales como Jacob Elordi, Daisy Edgar-Jones y Will Porter. ‘Estoy muy contento’, afirma con modestia. En su portafolio de hazañas también sobresale su reciente asociación con la firma relojera Omega, con la que asegura sentirse muy halagado.
‘Lo que estoy buscando es prestigio, no tengo ganas de ser algo pasajero ni dejar de arriesgarme e intentar. De Omega, justo eso me llama la atención: que ha existido en mi imaginario toda la vida; es una marca con mucho prestigio’, asevera, mientras recuerda el cajón de su abuelo de plumas finas y relojes, que de niño no le dejaban tocar.
El observar a su abuelo quitarse el reloj y anillo antes de lavarse las manos se quedó en él como un ritual de caballeros, asociando siempre estos objetos como símbolo de distinción y madurez, de permanencia. Ser embajador de Omega reafirma su estatus de ícono cultural, reforzando los valores de elegancia, estilo y precisión que comparte con la firma. De esta poderosa alianza remarca la coyuntura de formar una comunidad, tanto con los individuales que respaldan a la relojería como con otros embajadores latinos; ‘somos personas que no solamente tenemos los mismos valores, tenemos las ganas de sacudir en nuestro ámbito todo lo que sea posible’.
¿Qué sigue entonces para el actor que parece ya haber alcanzado la cima internacional? ‘Quiero un papel donde me pueda mover por todos lados’, afirma. ‘En Babylon me divertí mucho con la comedia, con el ridículo y el incómodo, y es algo que me gustaría explorar muchísimo. Tuve la oportunidad de cabalgar, de caerme, de correr, de estar constantemente en movimiento.
Otra cosa donde todavía no he tenido la oportunidad de desenvolverme del todo en un personaje es la acción’. Aún con caracterizaciones que apelan a un histrionismo más interno, es innegable que la capacidad transmisora de Calva en pantalla devela un talento hipnotizante. A medida que continúa creciendo y explorando nuevos desafíos en su carrera, su versatilidad le brinda la oportunidad de experimentar, por lo que la ambición de asumir un protagónico de acción tiene un potencial cautivador.
Diego Calva es un talento en ascenso que ha logrado consolidarse como una figura prominente en el cine contemporáneo. Su trayectoria promete sorprender y emocionar a medida que continúa desafiando los límites y explorando nuevas facetas, proyectos y asociaciones de su persona y su arte. Si es que se puede decir que aún no lo ha alcanzado, indudablemente está bien encaminado al prestigio que busca.
En este reportaje: grooming, Itzel Pacheco; diseño en set, Andrea Peltier; asistente de moda, Oscar Barragán; asistente de foto, Sergio Ortiz; producción, Something Wonderful.
