Napoleón es la película con la que Ridley Scott hizo realidad el sueño y la obsesión del gran cineasta Stanley Kubrick. Aquí Vogue reúne las 8 cosas que hay que saber antes de ir al cine a verla.
Impresionantes decorados, gran vestuario y actores extraordinarios. En Napoleón, la película, Ridley Scott relata el ascenso y caída del emblemático emperador francés Napoleón Bonaparte, a través de una nueva e inolvidable interpretación de Joaquin Phoenix. Una de las películas más esperadas antes del cierre de 2023.
El oscarizado actor, conocido por su papel como el ‘Joker’, protagoniza una epopeya repleta de acción y batallas que quedará grabada en los ojos de los espectadores durante mucho tiempo. Anticipándonos a la próxima noche de los Oscar 2024, podemos decir que es una película tan grande como la compleja personalidad de Napoleón.
Antes de ir a verla, te proponemos que conozcas estas 8 cosas que debes saber sobre la película:
#1 - ¿Cómo es la película Napoleón?
La película captura el implacable viaje al poder de Napoleón Bonaparte (interpretado por Joaquin Phoenix) a través del prisma de su dependiente y volátil relación con su único y verdadero amor, Josefina (Vanessa Kirby) y muestra al espectador sus visionarias tácticas militares y políticas con algunas de las secuencias de combate más dinámicas jamás filmadas. Además de los dos protagonistas, el reparto de la película cuenta con las actuaciones de: Ludivine Sagnier (Theresa Cabarrus), Ben Miles (Coulancourt), Tahar Rahim (Paul Barras), Catherine Walker (Marie Antoinette), Youssef Kerkour (General Davout), Paul Rhys (Talleyrand) y Matthew Needham (Lucien Bonaparte).
#2 - Ridley Scott reescribió la película especialmente para Joaquin Phoenix
De emperador romano a emperador francés. Con Napoleón, Ridley Scott cumplió su deseo de volver a trabajar con Joaquin Phoenix casi un cuarto de siglo después de Gladiator (2000), donde el actor interpretó a Cómodo. El director reveló en una entrevista a Empire que había reescrito la película para adaptarla mejor a Phoenix, con el fin de ayudarle a meterse en la mentalidad adecuada de Bonaparte: ‘Joaquin está tan lejos de lo convencional como se pueda imaginar. No deliberadamente, sino por intuición. Esto es lo que le hace funcionar. Él hizo especial a Napoleón haciéndose preguntas constantemente sobre el personaje. Con Joaquín, reescribimos esta película para que se sintiera lo más cómodo posible. Lo seguí porque lo que decía era increíblemente constructivo y mejoraba el papel’.
#3 - Josefina Bonaparte no iba a ser interpretada por Vanessa Kirby
Quizás hubiese ocurrido una segunda colaboración entre Ridley Scott y Jodie Comer, actriz a la que el director ya había dirigido en su anterior película histórica ‘El último duelo’ (2021). De hecho, ella fue la elegida por Scott para interpretar a Josefina Bonaparte, papel que Comer se vio obligada a rechazar por conflictos en su agenda. Fue tras su renuncia cuando la elección recayó en Vanessa Kirby, que anteriormente interpretó a la princesa Margarita en las dos primeras temporadas de ‘The Crown’. Sobre ella veremos los increíbles trajes creados por las hábiles manos de Janty Yates, la fiel diseñadora de vestuario de Ridley Scott.
#4 - La historia de amor entre Napoleón y Josefina
Además de sus hazañas bélicas, la película también explorará las hazañas románticas de Napoleón Bonaparte y, en particular, su relación con Josefina, la mujer que se convertiría en emperatriz y a la que más tarde repudiaría tras cometer adulterio: ‘Napoleón es un hombre que siempre me ha fascinado’, afirma Ridley Scott. ‘Surgió de la nada para llegar a gobernarlo todo, todo ello mientras libraba una guerra romántica con su adúltera esposa Josefina. Conquistó el mundo para intentar ganarse su amor, e incluso cuando fracasó, conquistó el mundo para destruirla, y destruirse a sí mismo’.
#5 - La película debería haberse titulado Kitbag
Quizá no todo el mundo sepa que el título provisional de la película era originalmente Kitbag inspirado en el dicho que reza: ‘En la alforja de todo soldado se esconde el bastón de un general’. Kitbag significa en realidad ‘haversack’, es decir, la bandolera de lona en la que los soldados guardaban originalmente el pan. La expresión, que tenía un fuerte valor metafórico, se dejó de lado más tarde, cuando el nombre de Napoleón se impuso como un título menos original pero, al mismo tiempo, más inmediato y reconocible.
#6 - Antes de Phoneix, Napoleón había sido interpretado por Marlon Brando
Joaquin Phoenix no es el primer actor que ha interpretado el papel de Napoleón Bonaparte. Antes que él, el emperador francés fue interpretado por: Charles Boyer en ‘Maria Walewska’ (1937), Renato Rascel en la comedia Napoleón (1951), Marlon Brando en ‘Désirée’ (1954), Pierre Mondy en ‘La batalla de Austerlitz’ (1960), Rod Steiger en ‘Waterloo’ (1970), Ian Holm, tanto en la miniserie de televisión ‘Napoleón y las mujeres’ (1974) como en la película ‘El traje nuevo del Emperador’ (2001) y por Daniel Auteuil en ‘N (Yo y Napoleón)’, una comedia histórica de 2006 dirigida por Paolo Virzì.
#7 - A la espera de Gladiator 2, la séptima película histórica de Ridley Scott
Estamos a la espera de la fascinante secuela de ‘Gladiator’ (cuyo estreno se ha anunciado para el 22 de noviembre de 2024), con ‘Napoleón’, Ridley Scott (a partir del guion de David Scarpa, autor también de Gladiator 2 y del biopic Cleopatra, de Denis Villeneuve, actualmente en producción) el cineasta vuelve a dirigir un nuevo colosal del género histórico.
#8 - Napoleón es el sueño no realizado de Stanley Kubrick
Una película sobre Napoleón Bonaparte fue el proyecto en el que el genial director Stanley Kubrick (1928-1999) pensó durante muchos años tras el rodaje de ‘2001: Una odisea del espacio’ (1968). Por falta de fondos, rechazado luego por las distintas productoras (en primer lugar MGM, que había aprobado inicialmente el proyecto) y a causa de la película ‘Waterloo’ (1970, de Sergei Bondarchuk, que resultó ser un fracaso), Napoleón siguió siendo una obsesión inacabada para Kubrick. Una película que, en su duración prevista de tres horas, debía abarcar toda la vida de Napoleón Bonaparte, desde su ascenso hasta su caída, empezando por su infancia.
Lo que inició Kubrick (un cineasta que no dejaba nada al azar, meticuloso y maniáticamente atento a cada detalle) fue una búsqueda monumental a través de 500 libros. El director, asistido por expertos napoleónicos, quería hacer una colosal película sin precedentes, llena de escenas épicas de batallas en las que participaran miles de extras. Para escribir el guion original, Kubrick se embarcó en una investigación de dos años y, para decidir el telón de fondo de la película, hizo tomar 15,000 fotografías de posibles localizaciones y 17,000 diapositivas de Napoleón.
Al final, sin embargo, el Napoleón de Kubrick no vio la luz: MGM y United Artists, desalentadas por el fracaso de ‘Waterloo’, pensaron que su estreno sería demasiado arriesgado en una época en la que las epopeyas históricas no eran populares. Sin embargo, no todo ese material se perdió. En 2018, Taschen publicó Napoleón, de Stanley Kubrick. La mejor película jamás rodada, un libro que recoge todo el material original de preparación, incluyendo cartas, estudios de vestuario, fotografías de localizaciones, material de investigación, borradores del guion, el guion final de Kubrick (íntegro) y mucho más. El libro también contiene ensayos que analizan el guion desde un punto de vista histórico y cinematográfico, una contribución editorial de Jean Tulard sobre el personaje de Napoleón en el cine y la transcripción de conversaciones entre Kubrick y el profesor de Oxford Felix Markham.
Napoleón, las primeras polémicas y la respuesta de Ridley Scott
Ya tras la publicación del primer tráiler el pasado verano, muchos criticaron ciertas secuencias: Desde la reina María Antonieta retratada con el pelo largo (cuando las crónicas de la época la describían con el cabello corto), pasando por Juana de Arco (cuando es llevada a la guillotina) hasta la propia presencia de Napoleón en esa ejecución (en la que no estuvo presente) y el hecho de que durante la campaña de Egipto bombardeara las Pirámides (algo que no ocurrió). Pero fue después de ver la película cuando llegaron las verdaderas críticas, sobre todo desde Francia, donde Le Figaro describió la producción de Scott como una ‘película sobre Barbie y Ken bajo el Imperio francés’, mientras que GQ France la calificó como una película ‘profundamente torpe, antinatural e involuntariamente divertida’.
También hubo quejas sobre varias incoherencias históricas, a las que Ridley Scott respondió duramente desde varias columnas en The Sunday Times: ‘Cada acontecimiento histórico del pasado es relatado por una miríada de voces distintas. Napoleón muere, diez años después alguien escribe un libro. He tenido algunos problemas con historiadores en el pasado y mi pregunta siempre es: 'Lo siento, amigo, pero ¿estuviste allí realmente? Pues cállate la boca'’.
El director no quería lograr, a diferencia de Kubrick, una exactitud historiográfica absoluta, sino llevar a la gran pantalla diversas versiones, verdaderas o supuestas, que han alimentado la leyenda de Napoleón Bonaparte. En cuanto a los franceses, Ridley Scott respondió a la BBC lo siguiente: ‘ni siquiera se gustan ellos a sí mismos’.
Artículo originalmente publicado en Vogue Italia, vogue.it.